Señor Director:
El ejemplar proceso plebiscitario que vivimos el pasado 4 de septiembre, donde participaron más de 13 millones de chilenos y chilenas, de los cuales un 62% votó a favor de la opción Rechazo a la propuesta de nueva Constitución, a mi parecer nos deja en claro algunas cuestiones esenciales. El ciudadano chileno ama la democracia y su libertad, nuestro sistema electoral es un ejemplo para el mundo de transparencia y que nos mostró que, sin lugar a dudas, el voto debe ser obligatorio, pues con ello se legitiman realmente los resultados de cualquier consulta democrática.
Es de esperar que en esta nueva etapa que comienza, los políticos que aún en nuestro querido Chile no se sacuden la lógica de las ideologías extremas propias de la guerra fría, logren entender esta nueva realidad.
Queda entonces confiar que en la nueva hoja de ruta que acuerden las más altas autoridades políticas de nuestro país para continuar este cambio constitucional, se incluya al ciudadano independiente, suficientemente educado, sin convicciones ideológicas arraigadas, con los pies bien puestos en la realidad. Estamos hablando de ese hombre y mujer que conoce el Chile real; el que recorre del campo a la ciudad, la que emprende de mar a la cordillera y de la pampa a la Antártica.
En este mes de la Patria, que se afiance aún más nuestra cohesión nacional en post de un mejor país para todas y todos sus habitantes, sin excepción alguna.
Augusto Guillermo Aranís
