Con la firma del gobernador regional, Óscar Crisóstomo, el Plan Regulador Intercomunal de Chillán y Chillán Viejo, (Prich), ingresó en enero de 2022 a la Contraloría General de la República, con las observaciones hechas por el órgano contralor ya subsanadas, y en condiciones de proceder a su toma de razón.
Por tratarse de un instrumento de arrastre y en el nuevo escenario de gobernanza regional, correspondió al gobernador regional suscribir este documento de planificación territorial que anteriormente firmaba la figura del intendente pero que hasta la fecha sigue siendo confeccionado y gestionado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Pese al optimismo tras la entrega de la documentación, y al anuncio de que el Prich estaría aprobado en el mes de mayo de este 2022, un nuevo retraso aparece en la agenda, luego que la Contraloría General, enviara una carta a la Gobernación con otras 13 observaciones a corregir, antes de que pueda ser aprobado.
Claudio Martínez, arquitecto de la División de Planificación de la Gobernación explicó que “en este minuto la Seremi de Vivienda está analizando y resolviendo las observaciones hechas por la Contraloría en esta segunda versión de observaciones, tras la primera del año pasado”.
La unidad técnica del Minvu solicitó, además, una reunión con la Contraloría a nivel central para discutir en profundidad dos de las 13 observaciones realizadas, y que son las únicas –de acuerdo a este organismo- las únicas que revisten complejidad, y así poder entregar la versión final.
“En este escenario, se estima entonces que ya para fines de julio y principios de agosto que se ingresaría la carpeta final a la Contraloría”, antincipó Martínez, quien consultado por la demora que se ha observado en este proceso iniciado ya hace años, respondió que “son los plazos de la Contraloría, y a nosotros sólo nos queda presionar un poco y motivar que se resuelva lo antes posible”.
Proyectos suspendidos
Las copias de estas observaciones también fueron recibidas, también por la Secpla de la Municipalidad de Chillán.
La arquitecto y analista de esta unidad, Bárbara Andaur, advierte que la mayoría “se trata de observaciones de forma, no de fondo, es decir algunas correcciones en metrajes, subsanar algunas aperturas de calle y detalles similares”.
Respecto a los contratiempos que este retraso en la aprobación del Prich le ha significado a la Municipalidad, la arquitecto advierte que “nos apura, porque nosotros ya nos encontramos en el proceso de obtener recursos para la modificación del Plan Regulador Comunal, y aunque muchos de estos temas son de competencia del área comunal, no podemos ejecutarlas por que finalmente es el Prich la herramienta que las determina y sin su aprobación no podemos llevarlos a cabo”.
Dentro de la esfera de lo particular también existen un gran número de proyectos que están congelados debido a la demora del proceso.
Si se considera que la Imagen Objetivo y las últimas mesas de consulta ciudadana se realizaron en 2020, algunos vecinos quienes verían cambios en sus predios, ya sea por expropiaciones o por cambio de uso de suelo ya llevan dos años expectantes.
Una de las vecinas que asistió a estos talleres y mesas de trabajo, la asistente social y exfuncionaria pública, Loreto Rubio, comentó que “hay una constructora interesada en comprar algunas hectáreas de un predio de mi esposo, pero conforme al anteproyecto, esta sería declarada como suelo urbano, por lo que el valor cambia considerablemente. Obviamente, sin el Prich aprobado no podemos tomar una decisión”.
Finalmente, respecto a la propuesta presentada a la comunidad, la profesional dice que “por lo que pude notar fue satisfactoria, el problema es que por mucho que se anunciaron estas mesas, fue muy poca la gente que asistió”.
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