Nadie lo expresa abiertamente, pero la vieja práctica de designar a los candidatos “a dedo”, desde Santiago, pareciera ser que nuevamente se impondrá en gran parte del país.
Es que a cuatro días que venza el plazo para inscribir los pactos y candidaturas a elecciones primarias de alcaldes y gobernadores regionales, las que se efectuarán el próximo 29 de noviembre; no existe claridad respecto de qué partidos conformarán alianzas electorales para las elecciones municipales y regionales, ni tampoco certeza en torno a si utilizarán este mecanismo para zanjar a sus candidatos(as).
A esto hay que sumar tres elementos que han hecho aún más difícil adoptar acuerdos tempranos: el Covid-19, que ha puesto en tela de juicio la realización de comicios, debido a la probabilidad de una baja concurrencia a votar; el plebiscito constitucional del 25 de octubre, que ha acaparado la atención de los partidos y sus dirigentes; y el abrupto final que tuvo la ley que pretendía acabar con las inhabilidades de autoridades, “tabla de salvación” que veían algunos para mantenerse activos en política, y que al no prosperar, dejó a alcaldes, parlamentarios y colectividades sin “plan B” a la hora de confeccionar sus cuadros electorales.
Con el rechazo del proyecto, que venía a “compensar” a aquellos que se vieron perjudicados por la ley que limita la reelección, los actuales alcaldes que están imposibilitados de repostular y aspiraban a competir en la elección de gobernadores regionales (el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar, por ejemplo), no podrán hacerlo, y si aspiran a un cupo en el congreso, deberán renunciar a fines de noviembre próximo.
En tanto, los consejeros regionales que pretendían competir en la elección de alcaldes tampoco podrán hacerlo, pues no renunciaron con un año de anticipación, como lo estipula la actual normativa, y también deberán renunciar en noviembre, si es que quieren optar por un cupo parlamentario.
En este caso están el RN Javier Ávila, quien era la carta de su partido para la alcaldía de San Carlos; y el UDI Jezer Sepúlveda, quien podía hacer lo propio en Chillán.
Chile Vamos
El fracaso del fin a las inhabilidades sin duda afectó más al oficialismo en la Región de Ñuble. Sepultó, por ejemplo, la posibilidad que el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar, pudiera competir por la Gobernación Regional, cupo que ahora deberán asumir Javier Ávila por RN y Jezer Sepúlveda por la UDI, quienes de no haber un acuerdo, deberán medirse en primarias.
Por la alcaldía de Chillán, en tanto, la UDI deberá optar por otro nombre, que podría ser el de la presidenta de la Junta de Vigilancia del río Ñuble, Margarita Letelier, quien cuando compitió a diputada en 2017 obtuvo una buena votación en la comuna.
Pero quizás el mayor problema que enfrenta en estos momentos Chile Vamos a nivel local, es definir si la exgobernadora, Paola Becker, competirá o no por la alcaldía de Chillán.
El escenario judicial de su esposo, el exadministrador de la Municipalidad de Chillán, Ricardo Vallejos, se ha ido complicando en los últimos días, sumándose a la investigación que se lleva en su contra por el caso Luces Led; una próxima formalización por negociación incompatible en el marco de una investigación por licitaciones y compras directas de prestación de servicios de camiones aljibe que abastecen de agua potable a sectores rurales de Chillán, en especial, de la empresa Sotrafer SpA, cuyo propietario es Fernando Vallejos Guíñez, sobrino del exadministrador del municipio chillanejo.
Becker, en su calidad de gobernadora de Diguillín, habría estado en reuniones de definición, preparación y coordinación en torno a este último tema, aun cuando el intendente, Martín Arrau, solicitó expresamente a todas las autoridades probidad y transparencia con el nuevo sistema.
RN deberá definir si lleva o no a Paola Becker de candidata, evaluando los pros y contras, pues ambas investigaciones, sin duda, marcarían una eventual campaña de la exautoridad.
Oposición
No hay atisbos de primarias aún en la ex Nueva Mayoría local, pese a que todos han manifestado la necesidad de contar con candidaturas únicas.
En el caso de la gobernación regional, los candidatos son hasta el momento el consejero regional independiente (ex DC), Hernán Álvarez, quien contaría con el apoyo del PPD local; la socialista Gina Hidalgo; el radical Cristian Ortiz y por la DC, estaría por confirmarse a Hérex Fuentes.
A ellos se suma el militante de Revolución Democrática, Ignacio Marín Abuín, no obstante su partido y el Frente Amplio ya anunciaron que no participarán de primarias junto a otros partidos de oposición.
En cuanto a las municipales, solo los actuales alcaldes tendrían cierta ventaja para ser declarados candidatos “únicos” de la ex Nueva Mayoría. En el resto de las comunas, la mayoría de los partidos tiene intenciones de competir, lo que hace prever competencias a dos y hasta a tres bandas al interior de la centro izquierda.
En el caso de Chillán, el PPD ya proclamó a Camilo Benavente como candidato a alcalde y el PR a César Riquelme. La DC acaba de confirmar al independiente Carlos Arzola, y en el PS, en tanto, aún no definen un nombre único entre Óscar Crisóstomo y Claudio Martínez.
