“Consulta ciudadana: respuesta comunitaria a la pandemia de Covid-19”, se titula el trabajo cuyos resultados se acaban de dar a conocer. En la elaboración participaron especialistas de la Universidad de Concepción, Universidad de Chile, Universidad de Santiago de Chile, Universidad de la Frontera y Universidad de Valparaíso.
El propósito de la consulta ciudadana fue reconocer los esfuerzos y respuestas comunitarias ante la situación de pandemia. Para ello, se entrevistó a 1.800 personas de todo el territorio nacional, donde la mayoría fueron mujeres (69.8%), pertenecientes a organizaciones tales como juntas vecinales, centros de madres, asambleas, cabildos, ollas comunes, entre muchas otras. La consulta se realizó entre mayo y junio del presente año.
Los verbos más repetidos acerca de las acciones realizadas por las personas pertenecientes a las organizaciones mencionadas fueron articular, movilizar, activar, gestionar, colaborar, financiar, apoyar, informar y educar; lo que denota el gran compromiso que, ante la falta de ayuda gubernamental a nivel nacional, regional, provincial o comunal, no dudaron en seguir fortaleciendo los espacios organizativos que tomaron fuerza en el proceso de estallido social que comenzó en octubre del año pasado.
Ante la consulta acerca de quiénes eran las personas favorecidas con todo este esfuerzo comunitario, se destacan los/as usuarios/as de centros de salud mental, trabajadores/as de la salud, inmigrantes, adultos mayores, personas en situación de calle, privados/as de libertad, recolectores de basura, pequeños comerciantes, etc.
Uno de los puntos fundamentales a los cuales responden todas las organizaciones comunitarias es la seguridad alimentaria de sus vecinos/as, sobre todo los/as que fueron notificados/as con Covid-19. Uno de los testimonios refleja el accionar basado en la solidaridad. “Ante diagnóstico de Covid-19, se junta mercadería y se entrega discretamente a la persona afectada”, fue el testimonio de una de las participantes de la consulta.
Trabajo mancomunado
Respondiendo a una novedosa forma de trabajo, el esfuerzo colaborativo de diversas universidades chilenas hizo posible esta investigación. Al respecto, el Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, Dr. Mario Valdivia Peralta, afirmó que aquello “resulta un tema particularmente relevante, más aún cuando consideramos el foco de este estudio, que tiene que ver con el territorio, con las comunidades y sus organizaciones; resulta doblemente interesante, porque ya no solo es un esfuerzo mancomunado de universidades, sino que apunta hacia el quehacer cotidiano de nuestra población, a estudiar, comprender y generar respuestas. Eso nos recuerda que una universidad que no se vincula con el territorio no está cumpliendo con su deber”.
Por su parte, la docente del Programa en Salud y Medicina Familiar de Medicina UdeC, Bárbara Sepúlveda Bustamante, detalló que “si bien los llamados al distanciamiento físico golpearon fuerte, emergieron desde la comunidad interlocutores validados por sus pares para asumir un rol activo en pandemia, por tanto, las organizaciones comunitarias que participaron en esta consulta —si bien se acogieron a estos llamados de resguardo y confinamiento— lograron reactivarse para actuar frente a las necesidades sanitarias, pero principalmente frente a las consecuencias sociales de la pandemia”.
“La organización comunitaria lidera respuestas en escenarios de alta vulnerabilidad social. Nos deja gratamente conmovidos la capacidad y la calidad del accionar comunitario como unidad, con señales de autonomía, reencontrándose en la asociatividad y solidaridad en pandemia, elementos que vienen a fortalecer el tejido social. Al parecer, comenzamos a trascender nuevamente desde lógicas individuales y competitivas, hacia un ‘nosotros’ que se construye desde abajo”, complementó la académica.
Las reflexiones globales que dejó la consulta fueron las siguientes:
1. Los territorios tienen experiencia en organizarse, y la siguen ganando, para responder activamente a la contingencia
2. Estamos transitando por circunstancias que favorecen la rearticulación social.
3. Las organizaciones comunitarias articulan acciones sanitarias orientadas a enfrentar la pandemia.
4. Emergen experiencias basadas en la solidaridad, apoyo mutuo, colaboración y generación de sabidurías de base.
5. Al parecer, la comunidad responde activamente frente a sentimientos de no protección por parte del Estado.
6. Las comunidades demuestran una vez más su capacidad de reacción y articulación para protegerse colectivamente.
Texto: Noticias UdeC-Luis Barril
