Un trascendental paso dieron seis empresas asociativas de pequeños de viñateros de Ñuble al constituirse como una cooperativa de segundo grado. La nueva Cooperativa de Agricultores Vitivinícolas del Valle del Itata está conformada por dos cooperativas, una sociedad anónima y tres sociedades por acciones que agrupan a 137 viticultores que buscan avanzar en la elaboración de vinos campesinos y asegurar mejores condiciones en los procesos de comercialización.
La ceremonia de constitución de esta mega cooperativa se realizó ayer en dependencias de la cooperativa Coovicen, en el sector El Arenal, de Quillón, y fue encabezada por el director nacional de Indap, Carlos Recondo. Participaron, además, el seremi de Agricultura, Juan Carlos Molina; el diputado Gustavo Sanhueza; el alcalde de Quillón, Miguel Peña; y la directora regional de Indap, Tatiana Merino; además de integrantes de la nueva asociación.
Recondo destacó que la asociatividad es un lineamiento central para que los pequeños agricultores se asocien en una cooperativa u otras formas que les permitan superar las barreras que enfrentan para acceder al mercado. “Este es el camino; nosotros podemos ayudar a recorrerlo e ir enfrentando los desafíos del mercado con las herramientas que da el mercado. Tenemos esperanzas de que con nuestro apoyo seguiremos viendo nacer otras iniciativas como esta”, comentó.
Marlene González, presidenta de la nueva mega cooperativa, aseguró que esto les permitirá agregar mayor valor a las uvas para la venta a viñas más grandes; también podrán aumentar el valor a través de la vinificación de su propia producción. “Son las personas las que hacen esta asociatividad. Sin el apoyo y energía de ellos, no se podría. Estamos respaldados por 137 socios que están detrás de cada una de las empresas”, sostuvo.
González enfatizó que “la expectativa y objetivo principal es la comercialización internacional; a eso estamos apuntando. Que nuestros vinos salgan al mundo porque son naturales, sin intervención de colorantes, sin químicos”.
Asociatividad
Tras esta actividad, el director se trasladó hasta el predio de Karen Aguilera, usuaria de Indap y secretaria de la empresa asociativa campesina Raíces del Sol, de Quillón, conformada en 2017 e integrada por nueve socios, quienes emigraron desde el Programa de Desarrollo Local (Prodesal) al Servicio de Asistencia Técnica (SAT) de hortalizas. En el lugar participó en la inauguración de la sala de proceso de hortalizas de hoja para la que Indap aportó $19 millones.
En la ocasión también se hizo entrega de un furgón que permitirá la entrega de sus productos. El aporte de Indap alcanzó el 50% de su valor. Raíces del Sol participa del Programa Compras Públicas de Indap. Poseen 10 hectáreas en las que cultivan hortalizas y frutas de estación; su producción la comercializan en ferias locales de quillón y Cabrero y en la Vega Monumental de Concepción.
Recondo resaltó el trabajo cooperativo que este grupo de jóvenes, productores de hortalizas, realizan con el apoyo de Indap. La nueva sala de procesos les permitirá procesar su producción para entregarla a través del Programa Compras Públicas a empresas concesionarias de la Junaeb y también a Gendarmería. “Este es el esfuerzo que impulsamos para la pequeña agricultura: asociatividad para que tengan opciones de comercializar y lleguen a mercados de mayor valor”, expresó.
Por su parte, Aguilera recordó que “los resultados fueron inmediatos: comercializamos en Quillón, luego Concepción y después a Chillán. Así fueron creciendo nuestros canales de comercialización”. Proyectan dar el salto a mercados más grandes como supermercados, “sin intermediarios, directamente al consumidor final”.
En su recorrido, el director nacional participó en la entrega de un tractor arado y rastra a Huerto San Francisco, empresa asociativa integrada por cuatro pequeños agricultores. Creada en diciembre de 2019, comercializan en la Feria de Quillón y en la Vega Monumental de Concepción, poseen seis hectáreas para cultivos de tomates. En 2020 ingresaron al Programa Compras Públicas de Indap.
También encabezó la entrega de una máquina calibradora de tomates a Alex Araya, usuario Indap en Quillón, quien desde 2018 entrega su producción a Unimarc, la Vega Monumental de Concepción y comercios de Quillón.
Más tarde, se trasladó hasta el sector Montecillo, en San Carlos, para visitar un proyecto del Programa de Riego Asociativo. Los trabajos consisten en el recubrimiento de 303 metros con losetas de hormigón de un canal de regadío. 21 pequeños agricultores se beneficiarán con estas faenas que aseguran el riego para 152,7 hectáreas de praderas y cultivos anuales.
También en San Carlos, participó en la firma de una alianza productiva con Iansagro que promueve el cultivo de porotos. En torno a ella se aglutina un grupo de 50 pequeños agricultores, usuarios de Indap.