Señor Director:
En pleno debate por una nueva Constitución, es imposible no preguntarnos sobre cómo estos cambios influirían en la vida laboral de las personas y si tendremos nuevos avances en esta materia. Si bien, nuestro país ha ratificado en tratados internacionales el derecho al trabajo, en ella sólo se señala “la libertad de trabajo y su protección”, por lo que al no ser un derecho como tal ni exigir y fiscalizar su debida protección, trae consecuencias en la vida diaria de las personas.
Experiencias internacionales demuestran que el trabajo sea visto como un derecho permite tener mayores facultades de acción en casos de improvisto cómo esta pandemia, facilita impulsar políticas públicas que distribuyan de mejor forma la fuerza laboral o que se fortalezcan puntos necesarios con la mayor protección posible. Algo que aún no alcanzamos en nuestro país.
Actualmente la constitución no tiene las suficientes facultades para velar por la protección de una vida laboral digna de todos quienes impulsan el mercado en Chile. Los debates y decisiones que marcarán el futuro del país no deben dejar fuera el área laboral, motor de la economía y desarrollo del país que se ha visto fuertemente afectada durante los últimos meses. Hoy, es tarea de todos velar por mejores condiciones.
María García-Huidobro
Gerente de Marketing de Laborum.com