Con un portafolio inicial de 13 proyectos, el Consorcio Tecnológico del Agua CoTH2O de Corfo, que dirige el investigador de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción, Dr. Octavio Lagos Roa, prevé implementar y escalar desarrollos tecnológicos ya probados, en el corto y mediano plazo, de manera de acortar cinco brechas en materia de gestión del agua para enfrentar el escenario de crisis hídrica: eficiencia, reutilización, calidad, información y nuevas fuentes.
La iniciativa se enmarca en los Consorcios Tecnológicos Estratégicos de Corfo, y en este consorcio, que cubre la macrozona centro sur (desde la Región Metropolitana hasta Ñuble), la Universidad de Concepción y sus asociados (el INIA, UC Davis Chile, y las universidades de Chile, Bernardo O’Higgins, Diego Portales y Pontificia Universidad Católica de Chile) presentaron un portafolio inicial de 13 proyectos. Por parte de la UdeC, la Facultad de Ingeniería Agrícola coordina un grupo que incluye a las facultades de Ciencias Ambientales, Ingeniería, Agronomía y Ciencias Biológicas.
Con una inversión de $4 mil 127 millones, el Dr. Lagos destacó que “el Consorcio es un proyecto grande, y una duración extensa, de 5 años en esta etapa”. Precisó que el Consorcio considera la participación de 20 empresas del sector agrícola, sanitario, ingeniería, tecnología, industrial y telecomunicaciones, en conjunto con organizaciones de usuarios de agua y aproximadamente 45 investigadores, especialistas de todas las entidades que componen el Gestor Tecnológico y las instituciones coejecutoras
Asimismo, indicó que en la macrozona centro sur, “Corfo, al igual que varios especialistas en recursos hídricos, identificaron estas brechas, las que han sido consensuadas por los actores que trabajamos en este ámbito. Y en ese marco se abrió una convocatoria de crear un consorcio de gestión del agua que trabajará justamente alineado intentando disminuir estas brechas”.
El docente del Departamento de Recursos Hídricos hizo hincapié en que este Consorcio “no es un proyecto para realizar investigación básica, el Consorcio principalmente tomará desarrollos tecnológicos, que ya tengan un nivel de madurez avanzado, es decir, que ya tengan una prueba en laboratorio y lo que se requiere es escalar y probar en un entorno real”.
En esa línea, aseveró que “para cada proyecto del portafolio hay empresas que están interesadas, que están viendo y apoyando el desarrollo de esas soluciones, porque esperan poder comercializarlas. El Consorcio es el paso previo a lo comercial, por eso son tan importantes los socios del mundo privado”.
Brechas y soluciones
Sostuvo que “en cada brecha tenemos algunas soluciones propuestas y todas están en el marco de los especialistas que hay en cada una de las instituciones que conforman el consorcio. Son desarrollos que habían comenzado en el marco de otros proyectos. Entonces, aquí lo que se hizo fue recopilar y priorizar cuáles tenían un impacto más rápido en las brechas”. Y si bien ya se están trabajando soluciones, aclaró que esto es solo el comienzo, porque se espera que se vayan agregando nuevos desarrollos tecnológicos.
“Por ejemplo, en nuevas fuentes de agua, hay un proyecto con un nivel de madurez menos avanzado, para probar la recarga artificial de acuíferos subterráneos a través de canales de riego, lo que se está haciendo hace un tiempo en la Junta de Vigilancia del río Diguillín, pero hay varias preguntas que responder todavía, entonces, queremos avanzar en ese piloto, donde se va a evaluar en un canal, a escala real, cuánta agua se puede recargar, y probablemente va a generar información que se va a poder utilizar para que otros después recarguen agua y tengan las consideraciones pertinentes. Así se podrán recargar en invierno y bombear agua en verano”, reveló el Dr. Lagos.
También en nuevas fuentes de agua, el profesional detalló que el Consorcio tiene un proyecto de desalación. “Se está proponiendo una tecnología de nanofiltración, que es distinto a lo que hay en el mercado, que es la osmosis inversa. Esta tecnología utiliza menos energía y está asociado a un sistema de generación fotovoltaica. Este piloto se va a evaluar y esperamos que tenga éxito y se transforme en un producto que las empresas puedan licenciar y ocupar para entregar soluciones a la comunidad”, comentó.
Respecto a la brecha de eficiencia en el riego, el académico apuntó a la operación de los sistemas de riego. “En la toma de decisiones de cuándo y cuánto regar, se reconoce que existe aún una brecha de eficiencia, por ello, en el Consorcio propusimos cuatro proyectos. Uno tiene que ver con capacitación a quienes toman las decisiones para regar, donde hay un espacio importante de transferencia tecnológica, de explicar cómo tomar una buena decisión de riego, hay tecnología que se está utilizando, pero hay personas que no la están aprovechando. Y mostrar también que hay otras soluciones tecnológicas disponibles. Como complemento, una segunda parte es un desarrollo que ya existe, de los especialistas de la Universidad Católica, que con estimaciones de la demanda de agua con imágenes satelitales en la región de Coquimbo crearon una aplicación, y añadieron datos del predio y de la red agrometeorológica, lo que arroja una recomendación de riego. Lo que se propone en el consorcio es escalarlo para toda la macrozona”.
Asimismo, en la brecha de información del agua, argumentó que “hoy, la información asociada a los recursos hídricos está distribuida en diferentes instituciones, como la DGA, el INIA y otras entidades públicas y privadas. Entonces, es deseable que tengamos un solo lugar donde ir a buscar esta información. De esto, ya hay un piloto que se implementó en la región de O’Higgins, a partir del trabajo que tenemos como UdeC en el Centro del Agua. El piloto que existe en la sexta región se conoce como Banco de información de recursos hídricos, entonces, propusimos tomar esto como base, mejorarlo y escalarlo a toda la macrozona. Estamos trabajando súper fuerte con la DGA, por lo que es muy probable que este año tengamos una versión inicial de esta plataforma nacional de información de recursos hídricos”.
“La Facultad de Ingeniería Agrícola y el Departamento de Recursos Hídricos tiene una historia larga en materia de recursos hídricos y riego, y yo creo que nuestros socios, los especialistas que trabajan en otras universidades y centros de investigación, ven en nuestra universidad un buen partner, con buenas capacidades para hacer frente a estos problemas. Para nosotros es un orgullo poder coordinar esto, es importante porque no solo hacemos nuestras actividades como UdeC, sino que como un equipo de instituciones que busca soluciones en conjunto, de manera colaborativa”, reflexionó, así como también planteó que el Consorcio podría complementarse con el Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (Crhiam), del cual también forma parte la Facultad.
Texto: FIA/UdeC