Las bajas pensiones se ha transformado en una punta de lanza a la hora de enumerar las principales demandas sociales en el país.
Sumado a la necesidad de una reforma al sistema previsional chileno, el drama se vive con mayor fuerza en aquellas personas con bajos ingresos.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]En el país, Ñuble es una de las regiones con más bajas remuneraciones. Por ello, sumando bajos ingresos y pensiones de sus jubilados, la región se presenta hoy como la segunda más pobre del país considerando las exiguas jubilaciones.
Así lo demuestra el estudio realizado por la Fundación Sol titulado “La pobreza del modelo chileno, la insuficiencia de los ingresos del trabajo y pensiones”, el cual da conocer la situación económica del país, el cual deja a la región de Ñuble como la segunda región más pobre, basándose en las remuneraciones (ingresos del trabajo) y jubilaciones de las personas (jubilación contributiva), donde el porcentaje según distintas fuentes de ingreso alcanza un 14,7% y si se agrega las jubilaciones el porcentaje asciende a 53,8%.
Si bien los resultados del estudio son alarmantes, no son inusuales, debido a que Casen en el año 2013 ya mostraba indicadores negativos en las regiones de Biobío, Araucanía y Maule.
La pandemia ha golpeado fuerte el sector económico en Chile debido a que, según datos obtenido de la encuesta Casen la pobreza ascendió de un 8,6% a un 10,8%. Ahora bien estos datos podrían empeorar, ya que, según el estudio realizado por Fundación Sol, el criterio de identificación de personas en situación de pobreza se lleva a cabo mediante la comparación del ingreso per cápita con la respectiva línea de pobreza asociada al tamaño del hogar, por lo cual se establece una línea de pobreza (en dinero) y se inspecciona si las personas tienen más o menos ingresos.
Si las personas poseen un ingreso menor a la línea de pobreza, la identificación se cumple, y se trata de personas en situación de pobreza. En caso contrario -aun cuando la persona pueda disponer de sólo un peso más en relación a la línea de pobreza- serán personas no pobres.
Sin embargo unos de los datos más reveladores del estudio divulgado esta semana, es que si se dejarán de lado los datos, por ejemplo los subsidios y transferencias que entrega el Estado, al igual que el alquiler imputado, y si finalmente solo se tomaran los ingresos por trabajo y también las pensiones contributivas y no así los ingresos autónomos, la pobreza alcanzaría un 29,4%.
Jonathan Labra Hernández, Coordinador Técnico Observatorio Laboral de Ñuble comentó que “históricamente Ñuble ha presentado rezagos en comparación a otros territorios, no solo con niveles de ingresos más bajos, sino que también con otras carencias o problemáticas como pueden ser la alta ruralidad, los problemas de conectividad, su matriz productiva, entre otros, que podrían en parte explicar o ser causante de los niveles de pobreza presente en la región Parte de esta problemática la podemos reflejar en que para el trimestre octubre-noviembre-diciembre de 2021 en la región de Ñuble el 26,8% de los ocupados se desempeñan en ocupaciones elementales, que son empleos de menor cualificación y por ende, de menores ingresos, mientras que a nivel nacional, para el mismo periodo, el 18,2% de los ocupados se desempeñan en este tipo de trabajos”.
Impacto de la pandemia en el mundo laboral
Bernardo Vásquez González, director del Observatorio Laboral de Ñuble, enfatizó que la llegada de la “pandemia de Covid-19 impactó al mercado laboral regional, generando retroceso en la ocupación y participación laboral, así como un incremento en la desocupación, derivado principalmente por el cierre de empresas, las restricciones a la movilidad y el miedo al contagio. Además la crisis sanitaria provocó cambios en la forma en que se desarrolla el trabajo, como fue la implementación del teletrabajo, afectando también las decisiones de las personas, algunas generando emprendimientos y otras prefiriendo quedarse en casa”.
No obstante Vásquez manifiesta que en la región de Ñuble también se visualiza un fuerte incremento en los trabajos a cuenta propia, empleos que se caracterizan por una mayor informalidad y menores ingresos, como evidencian las cifras de la ESI 2020 para la región de Ñuble, en la cual los trabajadores a cuenta propia tuvieron un ingreso medio de $251.119 y un ingreso mediano de $201.361, versus el ingreso medio y mediano regional de $500.567 y $350.728, respectivamente.
Potencial y mayores oportunidades
En este escenario, no todo es pesimista. La creación de la nueva región es una oportunidad inigualable para generar un cambio productivo en la zona.
El director de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Chillán, Renato Segura comentó que “Ñuble es una de las regiones que tiene más oportunidades, sin embargo existen responsabilidades compartidas, por una parte como región nos ha faltado liderazgo, nos falta un líder con mayor capacidad y espero que con el nuevo gobernador regional no sea simplemente un administrador, sin embargo si tenemos un gobernador capaz de gestionar de promover Ñuble se verá favorecido”.
Segura recalca que “Chile no tiene una política rural y prueba de ello es que las dos regiones con mayor ruralidad son las más pobres. La ruralidad no ha sido un tema de estado, un planeta que está enfrentando el cambio climático y no es capaz de rescatar hectáreas de tierra cultivable, donde finalmente el ser humano va a poder alimentarse. Hoy en día si se va al mercado de Chillán, la mayoría de los productos son importados, por lo cual una política rural es que la agricultura de Ñuble sea capaz de abastecer a toda las zonas urbanas de la región, lo que permitiría que las personas de sectores rural se puedan quedar en el campo a trabajar las tierras”.
Unas de las críticas profundas que realiza Segura, es que los recursos regionales vayan apuntando al desarrollo de la región al igual que la responsabilidad que tienen las grandes empresas, de esta manera las sociedades tengan las oportunidades de crecer.
Fomentar la inversión
Desde el Gobierno sostienen que la pobreza debe ser analizada no solo desde las jubilaciones o ingresos, sino también desde otras dimensiones, como vivienda y salud.
El seremi subrogante de trabajo y previsión social, Edmundo Novoa, comentó que, si bien hay personas que sobrepasan el sueldo que se fija para saber si una persona es pobre no garantiza que esta no lo sea, ya que se deben tomar factores como educación, salud etcétera, por lo tanto si se mira solo desde punto de vista de los ingresos esta persona no es pobre, sin embargo si se observa las carencias de vivienda, salud y sobre todo si es rural es evidente que la persona vive en una situación de pobreza.
Por otro lado Novoa plantea que “dentro de la región de Ñuble existe mucha informalidad por la actividad económica que predomina y esto se acrecentó aún más con la pandemia y otros de los factores que incidirían es que cuando las personas tiene un emprendimiento lo que no se grafica en ingresos, si no que en ventas. Pues aquí se hace importante el fomento y la inversión privada, lo que hace que se contraten más personas y por un mayor lapso de tiempo”.
Cabe mencionar que las comunas más pobres de la región, según datos entregado por la comunidad escolar en el año 2017 son, Cobquecura (34,2%), Carmen (28,8%), Ninhue (25,3%) Pinto ( 25,1%).
Texto: Danilo Barahona
[/bg_collapse]