Señor Director:
No estamos libres ni en nuestras casas. La proliferación de dispositivos conectados a Internet nos pone en jaque si hablamos de protección de datos personales. Consentimos desinformada mente para descargar y actualizar aplicaciones que hoy por hoy, parecen inherentes a la cotidianidad.
Pero, ¿es posible un consentimiento informado? Nuestras fotos, ubicaciones, gustos, información personal e intereses están repartidos por la red. Y es que los datos conforman una industria que permite realizar perfiles personales y detallados de las personas basados en sus comportamientos.
Requerimos, entonces, una sociedad más consciente e instituciones sólidas que velen por el buen comportamiento de quiénes usan nuestros datos. Es decir, que la comercialización y publicidad personalizada con nuestra información como combustible no sea sinónimo de vulneración. Tenemos que informarnos acerca de nuestra huella de datos para demandar la custodia y control de estos. En ello, la nueva ley nos ayudará.
Claudio Ortiz Welsch
Gerente general de Cisco Chile