El presidente argentino, Alberto Fernández, obtuvo este sábado un apoyo crucial del Congreso, que aprobó la ley de emergencia económica con la que busca sacar al país de su peor crisis en casi dos décadas.
El mandatario peronista de centroizquierda había enviado el proyecto de ley al Parlamento el martes para su urgente tratamiento, en lo que fue su estreno legislativo desde que asumió el 10 de diciembre tras derrotar en primera vuelta al liberal Mauricio Macri.
Tras el aval de la Cámara de Diputados el jueves a la ley, la mayoría peronista en el Senado se impuso con el apoyo de aliados y aprobó el texto la madrugada de este sábado por 41 votos a favor, 23 en contra y una abstención tras un maratónico debate que se extendió hasta las 04H00 locales (07H00 GMT).
La ley, punta de lanza del gobierno de Fernández, impone alzas de impuestos a sectores de las clases altas y medias, otorga incentivos fiscales a la producción, beneficios impositivos a las clases más empobrecidas y otorga facultades al Poder Ejecutivo para renegociar la deuda pública, entre otros puntos.
El gobierno busca frenar la caída de la economía, que registra una baja del 3,1% del PIB en 2019, una inflación del 55% anual y una deuda que representa casi el 90% de su PIB. La crisis dejó además el 40% de la población en la pobreza.
En redes sociales se convocaron cacerolazos para este sábado. Algunos se escucharon el viernes en los barrios más acomodados de la capital argentina, como Palermo, Belgrano y Núñez, donde el mayor descontento pasa por el pago del impuesto a la compra de divisas.
“Entiendo que el país sea un desastre, pero por qué me tiene que decir a mí qué hacer con mi plata. Tengo una empresa chiquita y este gobierno me la va a hundir”, dijo a la AFP Tamara, arquitecta de 43 años.