La falta de difusión y la ambigüedad en la redacción de las modificaciones a la Ley de Alcoholes generaron una creciente confusión y preocupación entre los empresarios gastronómicos por las implicancias de la reforma en sus negocios. Las restricciones impuestas en los establecimientos donde se expenden alcoholes para evitar el consumo por parte de menores, así como también las nuevas normas sobre etiquetado y publicidad, también han generado inquietud en los productores locales de vino y cerveza, quienes advirtieron el eventual daño que las medidas pueden producir entre las Pymes del sector.
Le Ley 21.363 fue publicada recientemente en el Diario Oficial y las críticas arreciaron luego de una fiscalización realizada por Carabineros en la que se entregó información errónea sobre las restricciones en restaurantes. En redes sociales diversos líderes de opinión se hicieron eco de las versiones que apuntaban a una supuesta prohibición de ingreso de menores de edad a aquellos restaurantes donde se vende alcohol, lo que fue calificado como un duro golpe a uno de los sectores más afectados por la pandemia y una contradicción con las políticas de fortalecimiento del turismo, además de criticar la limitación de las libertades.
Esta normativa regula la publicidad que incentiva el consumo de alcohol; busca revertir el consumo de los menores de edad; incorpora en los envases y en la publicidad, leyendas que adviertan sobre los efectos del alcohol en la salud; y estimula el cumplimiento de las normas de la ley sobre expendio y consumo de bebidas alcohólicas.
Sector gastronómico
La Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga) informó que Carabineros estaría cursando multas a establecimientos que contaban con patente de alcoholes o cabaret (distinto a operar como cabaret), por permitir el ingreso de menores.
Sin embargo, se trató de un error de interpretación por parte de la institución policial que causó gran inquietud en la opinión pública y particularmente en el sector gastronómico a nivel nacional, que acudió a las autoridades con el objetivo de aclarar la implementación práctica de la nueva ley. A través de diversas reuniones, se confirmó que las medidas no afectarán el normal funcionamiento de los restaurantes, pues la ley no prohíbe el ingreso de menores a estos locales, sino que únicamente el consumo, algo que ya contenía la legislación anterior.
La ley no prohíbe el ingreso de menores de edad a restaurantes, sólo a cabarets, bares y discotecas, al igual que antes. En ese sentido, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) explicó que ahora solo se aumenta la prohibición de ingresar a discotecas, pasando de 16 a los 18 años.
Más allá de la polémica, se aclaró que las modificaciones a la ley de alcoholes no incluyen restricciones a la venta distintas a las que había antes, salvo exigir carné de identidad a todos los clientes y no sólo a los que -a arbitrio del vendedor- parecen ser menores de edad.
Sin embargo, para July Llevul, presidente de la asociación gremial Gayen (Gastronomía y Entretención), que reúne a empresarios chillanejos del rubro, hay algunos puntos en los que no existe claridad.
“Tuvimos una reunión el martes, con Senda y con el seremi de Economía, y la verdad es que está un poco confuso todavía. Vamos a tener una nueva reunión la próxima semana, con el Senda, PDI y Carabineros, porque en este asunto, es el tipo de patente lo que determina si se aplica o no la restricción, porque existen patentes de bar, de cabaret, de cervecería, entonces, ¿cómo entra un menor ahí? Entonces, al tener una patente de restaurante, no debería haber problema, pero ¿qué pasa si ese restaurante también tiene patente de cabaret? Hay varias preguntas sin responder, por eso queremos tener otra reunión”, detalló Llevul.
La dirigente planteó que “está claro que un menor de edad no puede entrar a un lugar donde se vende solamente alcohol, pero ¿qué pasa si entra acompañado por un adulto? Se puede tomar una bebida, pero ¿qué pasa con la responsabilidad del adulto? ¿Y si el adulto le comparte una cerveza? Ya es difícil el control por motivos sanitarios en el ingreso al local, luego en la mesa se le exige el carné de identidad si pide alcohol, pero ocurre que el padre le comparte cerveza al hijo, y uno tiene que estar muy atenta a eso, porque la multa se aplica al infractor y también al local”.
En ese sentido, la presidente de Gayen pidió a las autoridades que se entregue más información a la comunidad. “Lo que pasa es que se lanzan las leyes, pero nosotros tenemos que educar a la población y tenemos que aplicarlas, y terminamos siendo los malos de la historia ante los clientes. Lo mismo ocurrió con el pase de movilidad. Falta difusión”, remató.
Por ello, valoró las acciones de difusión que realizará Carabineros en la zona.
Máximo Picallo, presidente de Achiga, explicó que, en una reunión con Carlos Charme, director del Senda, se clarificó que la información entregada sobre esta nueva ley era inexacta y que existió una “fiscalización por parte de Carabineros que no era el espíritu de la ley”.
En ese sentido, Picallo aseguró que “los restaurantes que vendan alcohol van a poder seguir atendiendo a menores de edad, y si un restaurante tiene una patente anexa, como la de cabaret o de bar, prima la patente de restaurante. Desde la legislación anterior existía la prohibición de ingreso de menores a cabaret, bares y cantinas, y ahora se agregan las discotecas, que tenían la prohibición a partir de los 16 años, ahora se sube a los 18”.
Básicamente hay una norma que es nueva, y que obliga a todos los expendios de alcohol a solicitar el carné de identidad a las personas independiente de la edad que aparenten, de manera de demostrar que son mayores de edad. Eso es obligatorio para todos, incluidos los restaurantes.
“Como asociación gremial, apoyamos todas las medidas que impidan que los menores consuman alcohol”, enfatizó el dirigente.
Productores
Los empresarios locales dedicados a la fabricación de bebidas alcohólicas, en su gran mayoría artesanales, mostraron preocupación en los posibles impactos económicos que pueda significar para la actividad.
Lamentan que la ley no hizo excepciones ni distinciones, a su entender, fundamentales, entre quienes elaboran productos a menor escala y enfocados en un grupo “que no es el que va a salir a tomar hasta emborracharse con los amigos”, como ejemplificó Felipe Neira, de Vinos Bandido Neira.
“La ley dice que lo que se busca es desincentivar el consumo, cuando lo que se tiene que hacer es educar. Acá en Ñuble hay una gran tradición de cerveceros y empresas vitivinícolas que data del siglo 19, hay toda una cultura y tramados turísticos al respecto, por lo que no se puede meter a todos en el mismo saco”, apuntó Mauricio Salgado de Cervezas Wandersleben.
Felipe Neira insistió en que “esto va a afectar a las empresas de la zona, es un golpe para nosotros. El problema es que no se distinguió entre los tipos de bebidas ni entre las diferencias de alcohol que pueda existir. No es lo mismo el pisco o todas esas alto grado alcohólico, que a veces sí puede generar problemas con su consumo excesivo; de otras como las cervezas o el vino, entonces ¿cómo vamos a llevar los mismos mensajes de desincentivo en todas las etiquetas?”.
Edgardo Candia, presidente de la Asociación gremial de enólogos y profesionales del vino para el Valle del Itata (Agepvvi), indicó que “el principal problema es el acceso limitado de familias con menores de edad a restaurantes, ahí existe una incongruencia enorme, ya que por un lado se fomenta la actividad turística, y por otro, restringen la entrada a una familia donde tal vez uno de ellos quiere comer con vino”.
Política pública
Al respecto, la directora regional del Senda, Carmen Gómez, advierte que el espíritu de la ley es proteger la salud de la población, en especial la de los adolescentes, que es la etapa en la que suele adquirir el hábito de beber.
“En Ñuble sabemos que tenemos un alto consumo de alcohol, tenemos una encuesta del 2019 que así lo señala y en cuanto a la modificación de esta Ley de Alcoholes, el objetivo es disminuir esta ingesta y propender al consumo responsable”, destaca.
Gómez reafirmó que “la modificación de la ley no restringe el acceso de las familias con menores de 18 años a los restaurantes, lo que la ley dice es que los menores no pueden consumir alcohol en este tipo de local. Hay que comprender que la ley viene a ayudar a la prevención y a proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes”.
En esa línea, descartó que exista una contradicción respecto al fomento al turismo. “El país necesita que la actividad turística florezca y esto no va a impedir que así sea”.
Finalmente, la directora de Senda detalló que la labor de fiscalizar el cumplimiento de la ley le corresponde a Carabineros, a los inspectores municipales y a la autoridad sanitaria.