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Conflictos ambientales inspiran la primera novela de Antonio Riquelme

Antonio Riquelme Quinteros nació en El Carmen, donde cursó sus estudios básicos y medios, para luego trasladarse a Chillán, donde estudió Pedagogía en Castellano en la Universidad del Bío-Bío. Actualmente reside en Santiago y trabaja en un liceo municipal en la comuna de Colina. Desde allí, y tras cursar un magíster en Edición de Libros, decidió dar forma a su primera novela policial titulada “Río de Avaricia”, inspirada en hechos ocurridos en la Región de Ñuble.

El interés por la escritura lo acompañó desde niño. “En mi infancia surge este deseo de escribir, en forma de poemas. En la adolescencia se fue acentuando. En la universidad estuve en algunos talleres, lo que fue una etapa de aprendizaje muy importante porque conocí a personas que también escribían”, recuerda.

Con el tiempo, la narrativa fue ganando espacio en su quehacer literario. Riquelme reconoce la influencia del escritor Jorge Calvo, en cuyo taller comenzó a trabajar cuentos vinculados a crímenes y, más tarde, se propuso el desafío de escribir una novela. “Fue fundamental haber participado en ese taller, porque gracias a él pude enfocarme en escribir historias sobre crímenes. Primero fueron cuentos, y posteriormente di el paso de escribir una novela. Esa es la que ahora estoy presentando, que se llama Río de Avaricia”, señala.

La obra se inspira en el conflicto generado en torno al río Diguillín por la proyectada construcción de la represa Zapallar. “Ahí me di cuenta de cómo el poder económico, en este caso la industria agroexportadora, utiliza el Estado para intervenir en territorios y comunidades. A través de la retórica del desarrollo y del progreso se instalan proyectos que despojan del agua a las familias campesinas, sin considerar el daño medioambiental ni sus modos de vida”, explica.

El autor también reconoce como motivación la situación de los defensores de la naturaleza en el país. “En Chile se persiguen a los líderes medioambientales. De acuerdo al último informe de la ONG Escazú Ahora, la violencia física contra ellos aumentó tres veces en un año. Eso es muy preocupante en un país que se jacta de su sistema democrático”, comenta.

La novela busca reflejar esa tensión a través de una investigación policial. “Se trata de un personaje que busca esclarecer un crimen. A través del suspenso y de ciertos elementos del género, la historia refleja de qué modo opera el poder contra los defensores de la naturaleza y cómo las personas hacen un esfuerzo por encontrar verdad y justicia”, explica el escritor.

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