Un estudio de movilidad realizado en la región de Ñuble, desde el 1 de marzo al 27 de noviembre, por el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) junto a académicos de las universidades de Chile y Concepción, concluyó que el efecto de la aplicación de cuarentenas disminuyó con el pasar de las semanas.
Lo anterior se obtuvo en base a una metodología que “capturó los viajes de trabajo”, para determinar si durante el horario laboral, de lunes a viernes, la persona salió de la zona residencial.
De acuerdo al análisis, que permite tomar el pulso a la pandemia, la primera cuarentena total aplicada en la intercomuna Chillán y Chillán, a fines de marzo y abril, logró reducir la circulación de personas en un 40%, mientras que el segundo periodo de la medida, decretada en septiembre pasado, su impacto en la movilidad disminuyó en un 30%.
Según el académico de la Universidad de Concepción e investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), Sebastián Astroza, “las medidas de confinamiento y restricción del movimiento están perdiendo su eficacia a lo largo del tiempo y es algo que no solo vemos en Chillán y Chillán Viejo. Nosotros analizamos datos de todo el país y notamos este efecto. La cuarentena pareciera tener un efecto cada vez más leve”.
En tiempos de pandemia, el especialista en movilidad comentó que una medida como el aislamiento estricto debe ir de la mano de otras, para que tengan el impacto esperado.
“Siento que una única medida no basta, que hay que usar estas medidas de confinamiento en conjunción con otras cosas. Acercar servicios a las personas, tratar de virtualizar lo más posible las necesidades que están teniendo las personas, tratar de suprimir las mayor cantidad de viajes y si alguien no tiene Internet que se le provea el acceso. Se tiene que ayudar a las personas que lo están pasando peor”, indicó el ingeniero.
Frente a la propuesta del Colegio Médico que pidió un cordón sanitario para la intercomuna, Astroza dijo que estas medidas “tendrían un impacto, pero que al igual que la cuarentena quizás ese impacto va ser cada vez menor al pasar el tiempo”.
“Concluimos de que sí hay un efecto en la disminución de viajes entre Biobío y Ñuble cuando se pusieron estos cordones sanitarios en los fines de semana largos”, agregó.
De acuerdo a los datos, la medida de restricción vehicular que se aplicó durante la semana en el pasado permitió que no se afectarán los horarios peak por una mayor circulación. Sin embargo, no tuvo un efecto considerable en la movilidad.
“La conclusión que tenemos de la restricción vehicular en los periodos de tiempo que se hizo durante los días de semana, no evidenciamos un impacto significativo en los datos, lo cual no debe interpretarse como que la restricción vehicular no tiene un efecto, sino todo lo contrario, porque estuvo diseñada para que no afectara los periodos punta, para que las personas que necesitaran trabajar lo pudieran hacer de todas maneras”, aclaró.
Rebote
Para jefa de la Unidad de Epidemiología del Hospital Regional de Concepción y Departamento de Salud Pública de la Universidad de Concepción, Marta Werner, las cuarentenas ayudan a reducir los niveles de movilidad en una ciudad y la probabilidad de contagios en un momento determinado. Sin embargo, a lo largo del tiempo han demostrado ser poco eficaces e insostenibles, como por ejemplo lo que ocurrió en el Gran Concepción.
“Vemos que los casos tendieron a disminuir, pero luego volvieron aumentar a valores superiores a los previos de la instauración de la cuarentena, hubo un rebote, donde uno se da cuenta que la medida, a través del tiempo, no termina siendo lo efectiva que uno quisiera. En el momento surten su efecto en el descenso de casos, y tampoco descendieron tanto los casos, pero en un periodo de tiempo más largo una vez que se levanta la cuarentena, uno ve rápidamente a la segunda o tercera semana como los casos comienzan a aumentar”, explicó.
La especialista enfatizó que independiente de la fase que viva una comuna, las medidas de prevención son las que deben prevalecer, lo que a su juicio no siempre ocurre ya que se han “relajado” sobre todo en reuniones sociales, donde se han desencadenado principalmente los focos de contagios.
“Con o sin cuarentena tenemos que adherir a las medidas básicas de distanciamiento social cuando tenemos que salir de nuestro domicilio, tener presente el uso correcto de la mascarilla y las medidas de higiene, que uno ve que se relajaron mucho en los espacios sociales y en las reuniones con familiares y amigos”, indicó.
Asimismo, otra estrategia que permite reducir el riesgo de contagios, es la creación de las denominadas “burbujas sociales”, que consisten en la definición del círculo cerrado de contactos con el cual una persona se relaciona diariamente y que le otorga cierta tranquilidad.
“Tratar de evitar todo contacto con personas que forman parte externa de estas burbujas”, puntualizó la especialista.
Por su parte, el doctor Carlos Pérez, decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián e infectólogo de Clínica Universidad de Los Andes, explicó que las cuarentenas totales deben aplicarse en casos extremos de la pandemia cuando el número de casos ejerce una alta presión en el sistema de salud.
Sin embargo, sostuvo que el objetivo de limitar la movilidad con esta medida, se ve truncado en ocasiones por la variedad de permisos que son utilizados por las personas, haciendo un mal uso del sistema.
“Las cuarentenas totales tienen el problema que restringen de manera muy severa la movilidad de las personas y lo que ocurre es que muchas de ellas solicitan diferentes variedades de permisos para muchas veces salir sin que efectivamente se cumpla lo que están solicitando, pero es imprescindible instalarlas cuando ya se están viviendo situaciones epidemiológicas complejas, con muchos nuevos casos, pero yo preferiría que eso sea una situación muy excepcional”, recalcó.
En el caso de las restricciones de la fase 2 durante los fines de semana, el médico señaló que “manteniendo el toque de queda sí me parecen que son medidas que han limitado nuevos contagios y que todavía no podemos liberar en muchas regiones del país”.
Texto: Susana Núñez- Marcelo Herrera.