Señor Director:
Mucho se ha hablado y escrito sobre la conectividad digital en el país y la región. La pandemia reflotó e hizo más patente en algunos casos la deficiente red de comunicaciones.
Hoy, el motivo para escribirle es dar a conocer dos situaciones.
1) Hay gran oferta de internet y telefonía, pero poco se habla que una buena parte de la intercomuna Chillá-Chillán Viejo tiene mala señal de móviles, y poca o inexistente cobertura de servicios fijos. En lo personal, llevo meses consultando la otrora, única y principal operadora de telefonía en Chillán, sobre si es factible la llegada del servicio de fibra óptica a Chillán Viejo (Villa Los Copihues). Sonará banal, pero para muchos nos es imposible trabajar desde casa con tal mala conexión y las condiciones comerciales de otros operadores nos hacen lisa y llanamente seguir atados a un servicio que puede perfeccionarse. Espero que la tan ansiada fibra óptica llegue a más sectores de la ciudad.
En segundo lugar, quisiera hacer patente a su medio la situación de telecomunicaciones que vive el sector Liucura Bajo de Quillón. Dicho sector, ubicado a 48 kilómetros al sur de Chillán sufre una enorme precariedad en el acceso a telefonía móvil. Depende principalmente de la señal de las antenas contiguas a la Ruta 5, cuya calidad es deficiente. Se hicieron consultas a la SUBTEL y se concluyó que el sector no está dentro del área de cobertura garantizada por los operadores móviles y por consiguiente, se recomendó postular a los proyectos del Fondo de las Telecomunicaciones (FDT), para contar con una antena de telefonía móvil en el sector.
Espero que en un pronto periodo de tiempo se pueda postular a dicho fondo y que finalmente, la comunidad de Liucura Bajo pueda contar con la cada día más necesaria conectividad tecnológica.
Jaime Retamal Silva
Abogado