Señor Director:
Derecho humano, básico y asegurado por el Estado. El acceso a Internet es la pieza clave de un mundo hiperconectado con necesidades dinámicas y de alta demanda. Los datos son elocuentes. Según Cisco Annual Internet Report, casi dos tercios de la población mundial (unos 5300 millones de usuarios) tendrá acceso a Internet para este 2023, frente a los 3900 millones del 2018.
Por su parte, en Chile, de acuerdo al último informe del Speedtest Global Index, tenemos la banda ancha fija más rápida del mundo (216,23 Mbps), seguido de China (214,23 Mbps) y Singapur (214,23 Mbps), dando cuenta de cómo la infraestructura de redes fibra óptica van encaminando un derecho fundamental.
Sin duda, hay una aceleración de dispositivos conectados a la red, lo que trae una carga importante para el ecosistema de servicios alámbricos e inalámbricos que dan soporte a la economía digital de hoy.
La conectividad, entonces, se basa en un servicio que debe ser garantizado no solo en disponibilidad, sino también en calidad, estabilidad y descentralización. Por ello, las telecomunicaciones no son solo un montón de cables y servicios, se trata de un derecho básico, el cual brinda oportunidades y reduce brechas.
Rodrigo Mena
Country manager de SUMA Móvil Chile
