Luego de un año de faenas, comenzó la puesta en servicio de la primera central de respaldo eléctrico de la Región de Ñuble, la que opera con diésel. Se trata de la planta PMGD Chillán, ubicada en Chillán Viejo, que fue visitada por el seremi de Energía, Manuel Cofré, quien destacó la importancia que tienen las centrales de respaldo en casos de interrupción o caída de la red.
La central, según detalló la autoridad, tiene una potencia nominal de generación de 2,9 MW y su construcción representó una inversión aproximada de 3 millones de dólares por parte de la empresa Espinos S.A.
La central, ubicada en el kilómetro 407 de la Ruta 5, corresponde a un pequeño medio de generación, que inyectará la energía que genere a la red de CGE. “Se conectó hace un par de semanas, con lo que ya tenemos nuestro primer sistema de respaldo disponible en la región”, subrayó el seremi.
Cofré explicó que, al ser de respaldo, cuando el sistema experimente una disminución o corte de energía por algún acontecimiento, esta central podría operar e inyectar energía a la red. Asimismo, acotó que, por su tamaño, puede cubrir la demanda prioritaria de la región, ya que su potencia instalada es de 2,9 MW, mientras que la potencia total que requiere Ñuble para satisfacer su demanda se estima en 250 MW.
“Es una infraestructura necesaria para Ñuble, y en general, para todo el país, porque al igual que en una empresa donde se necesitan equipos de respaldo, a nivel macro también se requiere; en este caso, era una infraestructura que Ñuble requería, y en particular, Chillán”, manifestó la autoridad, quien añadió que “estamos muy contentos, porque esto da cuenta de que se sigue avanzando en materia energética en la región”.
Hizo hincapié en la necesidad de contar con infraestructura disponible para situaciones de emergencia. “Las contingencias pasan a cualquier hora, por ejemplo, el terremoto de 2010 fue a las 2 de la mañana. En la noche no hay generación fotovoltaica, no siempre se tiene recursos hídricos disponible o es posible que tampoco haya generación eólica en algún minuto, entonces, se requiere potencia a firme, con la cual haya seguridad de que tengamos una determinada cantidad de energía”.
Diésel
Manuel Cofré comentó que, por el momento, el diésel es la principal alternativa para centrales de respaldo, pero anticipó que en el mediano plazo la masificación de tecnologías como las baterías de hidrógeno verde o de litio debieran bajar sus precios y convertirse en una alternativa más sustentable.
“En general, la tecnología, en cuanto a baterías de hidrógeno verde o de litio, aún son alternativas muy caras. El mundo está avanzando hacia allá, por lo que espero que en unos cinco o seis años tengamos alternativas económicamente viables y a gran escala, así es que en el futuro cercano vamos a tener otro tipo de tecnología al alcance. Pero por el momento, la seguridad está dada por los combustibles fósiles, el gas y el petróleo, principalmente”, reflexionó el seremi.
