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Una dura condena tanto de empresarios frutícolas de Ñuble como de la autoridad recibió el caso de exportación fraudulenta de frambuesas a Canadá que sancionó este viernes el Juzgado de Garantía de Talcahuano, luego de tres años de investigación iniciada a partir de una denuncia efectuada por Frutícola Olmué en 2016 por falsificación del certificado de origen y del certificado de condición orgánica. Ello, debido a las consecuencias que este hecho pudiera tener en la imagen del país y de la región como exportador de berries orgánicos.
Según pudo confirmar el Servicio Nacional de Aduanas, la empresa Comercializadora Frutti di Bosco Ltda., representada por César Ramírez, importaba frambuesas desde China, a través del puerto de Talcahuano, las que luego eran enviadas a una tercera empresa en Chillán, en cuya planta procesadora se mezclaban con frambuesas de la zona y se envasaban con el rotulado de chileno y orgánico.
Se estima que en total la firma exportó varios cargamentos a Canadá por un total de US$12 millones.
Finalmente, el representante legal de la firma fue condenado a dos penas de 61 días de presidio menor en su grado mínimo y el pago de dos multas de $2,5 millones cada una.
Impacto en imagen país
Jaime Roessler, gerente general de Frutícola Olmué, recordó cuando detectaron que la fruta se estaba reexportando como producto chileno y se mostró satisfecho por el resultado de la investigación.
El ejecutivo manifestó que este hecho podría tener consecuencias para las exportaciones de berries chilenos desde el punto de vista de la credibilidad, “dependiendo de cómo se informe en el exterior, pero lo importante es que las autoridades reaccionaron y tomaron la denuncia. Además, hay un castigo y se busca evitar que estas malas prácticas se repitan”.
Roessler destacó que “lo más importante y lo que está en riesgo es la imagen país, Chile tiene un prestigio altísimo como productor de berries, nuestros productos orgánicos se exportan a todo el mundo, y eso es algo que tenemos que cuidar. Aquí tenemos el mayor polo productivo de frambuesa orgánica y tenemos que cuidar a esos productores que trabajan muy duro”.
Por su parte, Robinson Peña, propietario de la empresa Organic Fruit Chile, una de las líderes en la exportación de frambuesas orgánicas, repudió la situación y manifestó que “el perjuicio puede llegar a ser irreparable, por tanto, creo que hay que buscar la forma de fiscalizar mejor”.
“Nuestro perjuicio más grande es para los que trabajamos bien, los que hacemos las cosas honestamente, porque con acciones como ésta además se puede saturar el mercado con fruta adulterada y afectar financieramente el negocio”, advirtió “el rey de la frambuesa”.
En esa línea, Peña hizo un llamado al SAG y al Servicio Nacional de Aduanas a intensificar las labores fiscalizadoras.
“Extremadamente grave”
En tanto, Fernando Bórquez, seremi de Agricultura de Ñuble, calificó la situación como muy delicada. “Es un hecho extremadamente grave, porque pone en riesgo nuestras exportaciones, y además, el tremendo trabajo que hacen miles de personas, particularmente pequeños agricultores que son la gran mayoría de los exportadores que tiene la región”.
En ese sentido, expuso que “en la medida que abordemos esto en el futuro, identificando a los responsables y aplicando las medidas y sanciones correspondientes, puede constituir una fortaleza, en el sentido de demostrar la forma como actúa el país ante un hecho de esta naturaleza, porque una de las cosas que valoran los mercados de destino de nuestra fruta es la seriedad de Chile como exportador, y eso no lo podemos poner en riesgo por unos pocos que actúan en contra de la ley”.
