Señor Director:
Los que debemos habitualmente transitar por la Ruta 5 Sur, vemos con preocupación el ingreso nuevamente de un consorcio de capitales chinos a una segunda concesión en la zona entre Chillán y Collipulli, especialmente porque se trata de una empresa que hace un par de años fue acusada de mala conducta por el propio Banco Mundial.
Esto se suma al deficiente manejo que en Chile ha mostrado esta empresa, no solo durante fines de semana de alto tráfico, sino que de manera habitual. No podemos olvidar el mega taco de la última Semana Santa, que fue para muchas familias una verdadera pesadilla en Maule. Si no han sido capaces de resolver problemas propios de su operación, no imagino cómo responderían a emergencias como los actuales incendios, un eventual terremoto u otra situación que pueda afectar a la ruta y a quienes viven en torno a la carretera.
Los chilenos y chilenas merecemos mucho más que el precio más económico para el desarrollo de nuestras regiones, y debiesen pesar otras variables a la hora de adjudicar proyectos, aspirando a que los mejores competidores de estándar mundial puedan presentar sus mejores ofertas y no conformarnos con el piso mínimo. Son las personas comunes las que pagaremos las consecuencias de decisiones tomadas solo con la calculadora y de que nuestra infraestructura estratégica termine siendo “Made in China”.
Luis Andrés Díaz V.
Empresario transportista
