Se promulgó la ley que permite el cierre de pasajes y calles, con la finalidad de otorgar mayor seguridad a barrios y comunidades. En el acto estuvo el Presidente de la República, Sebastián Piñera, junto a los ministros del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Delgado, de la Secretaría General de la Presidencia, Juan José Ossa; y de Transportes, Gloria Hutt.
Esta problemática que aqueja a tantos vecinos, la inseguridad y la delincuencia, se trata de solucionar mediante el cierre de pasajes y calles. Con esta nueva ley se abre la posibilidad de que se aplique también a los que posean una entrada y salida distinta, situación que era diferente con la ley Nº 20.499, que solo permitía a los con una misma entrada y salida.
“Toda ley que ayude a aumentar la seguridad vecinal es un avance para brindar tranquilidad a la comunidad. Esta nueva legislación debería sumarse a las acciones implementadas por nuestro municipio, como la Oficina Móvil y el patrullaje preventivo, entre otras, a cargo de la Dirección de Seguridad Pública e Inspección Municipal. No olvidemos que los municipios colaboramos en el tema de la seguridad y para eso apoyamos a las distintas instituciones del Estado. Asimismo, es importante el rol que la comunidad organizada debe tener en esta materia”, recalcó el alcalde de Chillán, Camilo Benavente, sobre las posibilidades que abre en Chillán la nueva normativa, donde históricamente han llegado solicitudes de vecinos que viven en pasajes, para cerrar su calles.
Los cierres se deben solicitar a la municipalidad, y deberán ser aprobado por el Consejo Municipal. Esta solicitud debe ir acompañada por cartas de Carabineros, Bomberos y la Dirección de Obras Municipales (DOM) que indiquen que la medida es meritoria para el sector.
La concejala Quenne Aitken sostuvo que la normativa no es un freno a la delincuencia. “Es que una ley que baja el quórum para elevar la solicitud de cierre de una calle o pasaje, no acaba con la delincuencia, hemos visto cómo en condominios cerrados y con guardias, aun así, con vandalizada las viviendas”.
“Hoy necesitamos que la seguridad llegue a los barrios y no que los barrios se encierren cada vez más, necesitamos más rondas municipales preventivas, patrullaje de carabineros, desbaratar bandas, fiscalizar locales y acabar con la clandestinidad. Debemos devolverle la seguridad a la ciudadanía, pero no encerrarla cada día más”, aseguró.
En concordancia, el concejal Patricio Huepe, afirmó que en cuanto lleguen las solicitudes tendrán que ser evaluadas una por una. “Vamos a terminar todos encerrados y enrejados, yo creo que hay que ocupar los espacios públicos y con mayor iluminación, con arbolado urbano que no impida que haya luminosidad. Es cierto, que habrá evaluar caso a caso, y en algunos solicitudes de vecinos y que no haya tránsito en esas calles, se va a permitir, porque hasta ahora era solo en aquellos que no tuviesen entrada y salidas distintas”.
La instalación de cierres en algunos pasajes y calles ha sido una inquietud desde hace varios años de parte de la comunidad, para aumentar la sensación de seguridad en cada sector vecinal de la comuna. En gran parte, la municipalidad ha avanzado en esa materia a través del convenio con la Subsecretaría de Prevención del Delito mediante la concreción de proyectos tales como alarmas comunitarias y cámaras de seguridad, junto con otras iniciativas similares que han sido financiadas por el Gobierno Regional.
Visión de la comunidad
En Chillán ahora los vecinos con calles “ciegas” y abiertas (entrada y salidas distintas) tienen la posibilidad de pedir autorización para efectuar los cierres de las mismas, con recursos propios.
La presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de la comuna, Cecilia Henríquez, comentó que “por seguridad de los vecinos está bien, pero en general es una medida que de verdad da a lugar a pensar que nosotros vamos a tener que escondernos de la delincuencia y eso es lo que no debiera haber ocurrido nunca. Por lo tanto, hay muchos vecinos que lo han consultado, referente a cerrar, pero tienen que tener el 80% de aprobación de todos los vecinos, oponiéndose un par no se podrá hacer”.
Cree que el hecho de tener que ser consensuado traerá conflictos entre los vecinos: “será un poco difícil, porque influenciará los problemas entre los mismos. Entonces, hay que esperar que de resultado, para la seguridad, pero nos estamos encerrando nosotros. Las autoridades no dan la tranquilidad a la ciudadanía, se deben preocupar de entregarnos la seguridad correspondiente para vivir y tener una buena calidad de vida”, aseveró Cecilia Henríquez.
A esto se suma, que los recursos para levantar rejas y portones para cerrar deben ser financiados por los mismos habitantes, hecho que complica la medida y que provoca que algunas personas se nieguen a hacer estas modificaciones.
¿Qué se requiere para cerrar una calle?
El principal punto es destacar que ahora, calles o pasajes urbanos o rurales con un entrada única o entrada y salida diferentes pueden optar a esta medida, mientras que la calzada sea inferior a siete metros y que no sea más de una cuadra.
Esta, además, debe ser aprobada por el 80% de los propietarios de las viviendas -quienes vivan en la cuadra en cuestión- y en el caso de los arrendatarios estos deben ser representante o moradores autorizados, sino es el dueño quien decide. Por ejemplo, si viven 15 personas, 12 de ellas deberán estar de acuerdo para realizar el cierre.
La solicitud deberá incluir la manera en que se va a administrar. Así, en el caso que se señale horario de funcionamiento, este no podrá superar las siete horas continuas, exceptuando por razones de seguridad que se extienda a 10 horas y siempre que no entorpezca el tránsito.
Por último, no puede afectar con esta limitación de acceso a organismos de seguridad, bomberos u otros de utilidad pública, sumado a que debe restringir el paso peatonal.
Texto: Antonieta Henríquez