Tras casi un año de trabajos, hoy martes se presentó la nueva ordenanza de extracción de áridos que regirá en la comuna de Chillán. Luego de ser aprobada por unanimidad por el Concejo Municipal, su vigencia arranca el 1 de enero de 2023, es decir cerca de 21 años después de la última vez que se escribió el reglamento rector.
Normativa que no estaba centrada en lo que es, con claridad, el eje de la nueva ordenanza de Extracción, Procesamiento, Comercialización y Transporte de Áridos en la Comuna de Chillán, que es el cuidado medioambiental y la protección de los ríos y pozos lastreros de la comuna, previniendo de esta manera alteraciones en sus cauces, el daño a la fauna y perjuicios a la geografía aledaña.
Por lo anterior es que, además, en este nuevo documento se establecen inéditas sanciones y exigencias de fiscalización.
Es en este punto donde destacan, de un total de 52 artículos que componen la ordenanza: el 40, de las obligaciones de la empresa; y el 48, de las obligaciones del beneficiario.
Dentro de los 17 puntos enumerados en el artículo 40 resaltan algunos como el que se sancionará a quien transporte áridos sin guía de despacho, boleta o factura correspondiente; a quien utilice una misma guía de despacho o factura para cargas, a quien realice excavaciones o acopios de material en lugares prohibidos, cuando se extraiga una cantidad mayor de material que el autorizado y a quien desvíe cauces sin autorización.
En tanto el 48, respecto a las fiscalizaciones, especifica que, para garantizar que se opere solo dentro de las áreas autorizadas, se deberá instalar en los vértices del proyecto, monolitos de hormigón, además dejar estacas en cada uno de los perfiles transversales del proyecto.
Se prohibirá realizar excavaciones en las riberas para no debilitar su compactación y estabilidad y de ninguna manera se perjudicará a terceros, ni dificultará el libre escurrimiento de las aguas.
Se exigirá, también, que al ingreso del recinto se instale de manera visible la autorización otorgada por la municipalidad y que al término de las faenas la empresa se encargará del despeje y limpieza del sitio intervenido.
Las aprehensiones al margen
Otro de los “resguardos” que incluye la normativa es el de evitar que una misma empresa, o una misma persona con empresas distintas, solicite consecutivamente permisos diferentes. Esa era la “trampa” a la que se acudía para sacar más de lo permitido por ley en cada proyecto.
Sin embargo, hay otras acciones que si bien están normadas serán más complejas de fiscalizar, como el garantizar que -en efecto- las empresas extraigan no más que lo permitido y otros malabares técnicos que al ojo de un fiscalizador no preparado pueden resultar invisibles.
Esto fue planteado por el concejal Juan Pablo López, quien zanjó que “si no hay un poder fiscalizador técnico y eficiente, la normativa pierde sentido”.
En respuesta, la concejal Marina Crisóstomo, echando mano a la propia ordenanza, dijo que “se va a trabajar con fiscalizadores que deben pasar por capacitaciones técnicas para poder supervisar el correcto funcionamiento de la actividad”.
Añadió: “no podemos olvidar que el próximo año se incorporan 50 inspectores más a la municipalidad”.
El segundo reparo lo planteó el propio alcalde, Camilo Benavente.
“Aquí se podría estar frente a determinaciones políticas, más que técnicas. Probablemente, muchos de ustedes (los concejales) rechacen siempre las solicitudes sin siquiera haberlas estudiado”, detalló.
Al respecto, la concejal Yanina Contreras dijo: “no quiero discrepar con el alcalde, pero creo que la observación viene desde la postura que se ha tenido hasta el momento, respecto a los permisos solicitados y no autorizados aún, pero eso obedece a que estábamos esperando a contar con esta nueva ordenanza. De hecho, esta herramienta nos permitirá contar con las bases técnicas para aprobar las solicitudes que estén en regla”.
La edil aclaró que, en efecto, en la Municipalidad hay algunas solicitudes de empresas para iniciar obras de extracción de áridos, y sin que estén rechazadas, ahora esas peticiones serán contrastadas con estos nuevos 52 artículos.
“Las analizaremos en enero. Y si no cumplen con lo que pide la municipalidad, los permisos no serán entregados”, advirtió la concejala.
