Cada vez que hay un incendio forestal, el jefe de la brigada de Conaf realiza una ficha codificada, en la que propone una causalidad que explique el origen del siniestro.
Normalmente se planetan cortes del tendido eléctrico, tormentas secas, negligencia humana y otras similares.
Sin embargo, en Conaf, tras diversas reuniones con entidades como Corma y empresas forestales concluyeron que para poder generar una base investigativa más específica era necesario agregar causas más específicas y descartar otras que eran parte de los códigos establecidos.
Manuel Garrido, jefe del Departamento de Protección contra Incendios Forestales de Conaf Ñuble dijo que “estos cambios serán muy útiles para dar con mayor precisión con las causas establecidas, entendiendo que se trata de una primera impresión, por lo tanto, si este primer informe es más exacto, el resto de la investigación se hará más fácil y preciso”.
Lo anterior no solo es útil para las mismas forestales, sino para el Ministerio Público, entidad encargada de investigar las relaciones penales que pueda haber en los incendios forestales.
En el Hemisferio Norte
Respecto a lo que pueda pronosticarse climáticamente para el verano, y los respectivos riesgos de incendios forestales, Garrido dijo que “aunque es prematuro aún aventurar el cómo se nos viene el verano, hay ciertos indicadores, como la potencia con que está saliendo el sol en estos días y, en especial, hay que mirar cómo está el Hemisferio Norte para inferir lo que se nos viene a nosotros”.
Garrido, por ejemplo, hizo referencia a las más de tres millones de hectáreas incendiadas en Rusia y en otros bosques de Europa. “Afortunadamente, nosotros estamos trabajando en prevención y campañas desde el invierno y esperamos estar preparados”, finalizó.
