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Por tercer año consecutivo, Banco de Chile -y su programa Pymes para Chile- junto a la Universidad del Desarrollo (UDD), impulsaron el Concurso Nacional de Emprendimiento Escolar Impacto Emprendedor, cuyo objetivo es promover el emprendimiento en etapas escolares y potenciar aquellas ideas que impactan positivamente en la sociedad o en el medio ambiente, entregando soluciones tremendamente innovadoras y con visión de futuro.
Esta edición tuvo cifras récord: recibió 437 postulaciones provenientes de 126 instituciones educacionales públicas y privadas de todo el país. Esto se traduce en la participación de 949 alumnos y 174 profesores de 7º Básico a 4º Medio.
La gran final se realizó ante un gran marco de público en el Auditorio La Nave de la Universidad del Desarrollo. El evento reunió a los 10 proyectos finalistas provenientes de las regiones de O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío y Metropolitana.
Cada uno de ellos fue parte de un programa metodológico que les permitió prototipar y validar sus ideas. Junto a ello recibieron asesorías especializadas para desarrollar su primer modelo de implementación y mentorías de expertos. Además, fueron parte de un bootcamp (curso intensivo) de presentación efectiva (Pitch), para comunicar sus iniciativas ante cualquier tipo de público.
Tikal 3000, representado por los alumnos Martín Astorga, Madeleine Urrutia y Vicente Soto, del Liceo Manuel Bulnes, de la comuna de Bulnes, Región de Ñuble. Carolina Cartes fue la profesora guía de este proyecto que consiste en una silla de ruedas que utiliza Inteligencia Artificial para adaptarse a las necesidades del usuario, permitiéndole ponerse de pie y moverse con mayor independencia. Sus atributos incluyen ajuste automático y accesibilidad, beneficiando la salud física, el bienestar emocional y la inclusión social de sus usuarios.
“Ver-Tikal salió directamente de un taller de Ingeniería en el que la problemática fue ¿cómo podemos ayudar a las personas con discapacidad física? Algunos compañeros querían hacer como una armadura, como de Iron Man, que pudiera levantar a las personas. Esa era la primera idea y de ahí fue evolucionando hasta nuestro proyecto actual. Yo he tenido familiares con discapacidad física y me tomo muy en serio los proyectos, entonces todo lo que expongo en el escenario sale totalmente del corazón”, afirmó Martín Astorga, alumno del Liceo Manuel Bulnes.
Esta tercera versión repartió un total de $8 millones: Cada integrante de los dos equipos ganadores (estudiantes y profesor) recibió una gift card de $250.000 para ser utilizada en la compra de productos tecnológicos. Ambas instituciones ganadoras recibieron también una impresora 3D y capacitación para su uso entregada por Maker Campus UDD. Además, los profesores de los dos proyectos obtuvieron una beca completa para un diplomado de la Facultad de Educación UDD.
Esteban Kemp, gerente de la División Marketing, Tecnología y Digital de Banco de Chile, señaló que “en Banco de Chile creemos firmemente que el emprendimiento es un motor de transformación social que cambia la vida de las personas. Esta iniciativa reafirma el compromiso que tenemos con el desarrollo del país, con los emprendedores, y representa una plataforma única para que estudiantes y profesores exploren su potencial como agentes de cambio, desarrollando proyectos innovadores que contribuyen a la sociedad”.
Carlos Varela, director de Emprendimiento y Responsabilidad Pública de la Universidad del Desarrollo, agregó que “para la UDD es fundamental poder ir más allá de nuestra comunidad universitaria e impactar en las generaciones aún más jóvenes. Tener alumnos de 7º Básico a 4º Medio presentando sus proyectos como si fueran emprendedores frente a inversionistas u organizaciones, entendiendo que tiene que haber una propuesta de valor o un modelo de negocio que sostenga el proyecto hacia el futuro, es algo que nos llena de orgullo y de convicción de que con esto también estamos aportando al futuro de Chile”.
La versión realizada el año pasado tuvo como ganadores de la categoría Educación Básica al Colegio Garden College de La Unión, por su proyecto de jardín comunitario de plantas medicinales, punto verde de vidrios, aluminio y plásticos PET 1, y sector de compostaje. Asimismo, en la categoría Enseñanza Media se premió al Liceo Juan Pablo II de Alto Hospicio, por elaborar mochilas y otros accesorios con residuos automotrices, como airbags, cinturones de seguridad y textiles. Y la mención Agente de Cambio recayó en el Colegio Villa Nonguén de Concepción, por Australis, videojuego educativo que promueve la conciencia y responsabilidad hacia la Antártica, y en el Colegio Santa Cruz de Unco, de Santa Cruz, por Fructuse, un chicle orgánico con componentes relajantes y anti estrés de aceites esenciales e infusiones.
