Pasadas las 20.00 horas de hoy se concretó el homenaje que distintas reparticiones prepararon para recordar a todas las víctimas de la pandemia a través de la muestra “Memorias de una pandemia. Homenaje a las víctimas del Covid-19”. De esta forma, la Unidad de Patrimonio Municipal y la Seremi de las Culturas desplegaron en torno a la Plaza de Armas imágenes que dan cuenta de cómo Ñuble ha vivido este último año, de la mano del trabajo de seis fotógrafos: Viviana Belmar, Fernanda Venegas, Patricio Contreras, Marcelo Carrasco, Miguel Espinoza y Leonardo Escalona, quienes trabajaron bajo la atenta mirada de Fernando Melo y Tomás Alzamora.
La muestra fue proyectada en distintos edificios públicos y permanecerá por las próximas semanas en la Intendencia, el municipio, Extensión UBB y el Teatro Municipal.
El presidente del Colegio Médico, Dr. Pedro Andreu, dijo: “agradecemos a la Intendencia y a la autoridad comunal por este espacio. Ya son más de 485 personas las fallecidas, todas con una historia de vida y familia. Estas personas tenían un nombre y un sueño que no se concretará”, indicó invitando a los habitantes de la región a seguir las medidas de autocuidado, además de cumplir con la vacunación.
El alcalde Sergio Zarzar añadió: “esta noche es especial porque nos adherimos al dolor que aún siguen padeciendo los seres queridos. Tenemos también una gratitud eterna para los profesionales de la salud que han estado entregando un claro mensaje para que seamos precavidos y ganemos esta lucha contra este virus que ha hecho tanto daño en la humanidad”.
Estuvo acompañado por la seremi de Salud, Marta Bravo; la seremi de las Culturas, María Soledad Castro; y el intendente Cristóbal Jardúa.
En el frontis de la Catedral, el obispo de Chillán, padre Sergio Pérez de Arce, hizo una plegaria por las víctimas y por todo aquel tocado por la pandemia. “La tragedia del Covid ha sido dura para los familiares de aquellos que han perdido su vida. Muchos hermanos han fallecido solos, sin la caricia de sus familiares ni atención espiritual, pero tenemos la certeza que han muerto en el Señor porque en la vida y en la muerte siempre estamos en sus manos. Esa es la esperanza que nos da la fe”.
