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Poco más de seis meses tuvieron que pasar para que Ñublense volviera a festejar en casa un triunfo por el Torneo Oficial de la Primera A.
Anoche cortó una racha negativa que parecía prolongarse, tras vencer por 1-0 al colista de la competencia, Deportes Copiapó, con solitario gol del volante argentino, Gabriel Graciani a los 48’ del complemento.
La última vez que el Rojo había vencido en el estadio Nelson Oyarzún fue el 3 de septiembre del 2023.
Tras la derrota como local frente a Audax Italiano encendió las alarmas, por lo que Mario Salas modificó el sistema e incluyó, ahora, desde el arranque a Graciani.
Y le dio resultado. Si bien el equipo, desde la intensidad, dinámica y movilidad esperada, aún no alcanza su mejor versión, esta vez, supo sobreponerse a la expulsión del goleador Patricio Rubio, quien a los 40’ se fue a las duchas tras doble amarilla.
El frágil Deportes Copiapó, en un partido opaco como expresión de espectáculo, no supo aprovechar la superioridad numérica y vio como los “diablos rojos”, tejieron una jugada notable por la derecha para llegar al 1-0 en los pies de Graciani.
La expulsión posterior del recién ingresado Maximiliano Quinteros, solo emparejó el trámite, luego que Ñublense, apelando a un espíritu de sacrificio defensivo aplaudible, lograra controlar la reacción del “León” de Atacama.
Con este trabajado triunfo, el Rojo trepó al quinto lugar con 7 unidades, mientras que Copiapó sigue colista sin puntos.
El próximo sábado, a mediodía, Ñublense visitará a Everton en Viña del Mar.