Señor Director:
Hoy el mercado inmobiliario entrega una serie de facilidades para la adquisición de una propiedad, utilizándose cada vez más la compra de viviendas “en blanco” o “en verde”, es decir, sobre proyectos inmobiliarios que aún no se encuentran completamente finalizados. Pero ¿qué significa comprar un inmueble bajo alguna de estas modalidades?
En el caso de las adquisiciones “en blanco”, nos referimos a la compra de un inmueble en que aún no se ha dado inicio la construcción de éste, mientras que para el caso de las compras “en verde” nos referimos a las que se realizan mientras la construcción del bien raíz se está ejecutando o se proyecta finalizar en un tiempo cercano.
Al hablar de los riesgos más comunes que el cliente puede sufrir al comprar bajo alguna de estas modalidades, podemos mencionar, entre otras, el asumir los imprevistos que surjan en la ejecución de la obra -sean éstos de construcción y/o de carácter administrativo- y que generen retrasos en los plazos para la entrega final. También recibir una propiedad que no cumpla a cabalidad con las especificaciones técnicas dadas desde un comienzo, como sucede con la diferencia en los metros de superficie realmente utilizables o la discordancia en la calidad de los materiales usados. Asimismo, el riesgo en la demora de recuperar el dinero pagado como pie en caso de que la inmobiliaria sufra problemas de carácter presupuestario o de tipo legal y, finalmente, ser objeto de la aplicación multas en caso de variar las condiciones crediticias con que se contaban en un comienzo y que hayan cambiado por uno u otro motivo.