El 2 de marzo, el Gobierno ingresó al Congreso el proyecto de ley que prorroga y modifica la Ley 18.450 de Fomento al Riego, vigente desde 1985 y que expira en diciembre de este año. La iniciativa, que comenzó su discusión en la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados la semana pasada, extiende la vigencia de esta ley por 12 años (hasta 2033) y, además, focaliza la ayuda en los pequeños agricultores.
El diputado Frank Sauerbaum, integrante de dicha comisión, sostuvo que el Gobierno le ha puesto urgencia a este proyecto, por lo que debiera ser debatido y votado a la brevedad. “El gobierno nos ha pedido rapidez y además que contribuyamos a hacer indicaciones y por lo anterior esperamos sociabilizar el proyecto con las diversas organizaciones de Ñuble y el país antes de votarlo”, agregó el legislador.
El parlamentario también destacó los cinco objetivos de esta iniciativa: mantener el fomento a la inversión en riego, focalizar la ayuda en la pequeña agricultura, conservar el carácter concursal y de cofinanciamiento, incorporar objetivos ambientales con énfasis en el cuidado y ahorro de agua e integrar las gestiones en caso de emergencias agrícolas.
“Es un proyecto de suma importancia para combatir la sequía y el hecho que podamos mejorar las condiciones de participación de los pequeños agricultores es lo más relevante, por ejemplo, incluyendo a agricultores arrendatarios, incorporando pagos parciales proporcionales al avance de la obra”, complementó el diputado.
Otra novedad del proyecto es que focaliza la ayuda en los pequeños y deja de beneficiar a grandes agricultores. “La modificación considera excluir a propietarios de más de 200 hectáreas y se focaliza en los que tienen de 0 a 80 hectáreas; y quienes tengan entre 80 y 200 hectáreas solo podrán acceder al 2% del presupuesto total; es una gran noticia para los pequeños considerando la alta atomización de la propiedad de la tierra que existe en Ñuble”, aseveró Sauerbaum.
Un aspecto importante y esperado por los agricultores, según el diputado, es que la futura ley “establece mecanismos para concursos especiales e incorpora pagos parciales proporcionales en obras de emergencia agrícola”.
Finalmente, explicó que “además, se crea el concepto de ahorro de agua, mejora la redacción de aspectos ambientales del ministerio de Medio Ambiente e incorpora proyectos de gestión de recursos hídricos”.
Comisión Nacional de Riego
Javier Ávila, coordinador zonal Biobío-Ñuble de la Comisión Nacional de Riego (CNR), entidad que administra los recursos de la ley, recordó que la actual ley 18.450 ya fue prorrogada en diciembre de 2009 por medio de la Ley 20.401, que rige hasta diciembre de este año, “que ha sido tan valiosa e importante para la agricultura chilena; esta ha sido una de las principales herramientas para el desarrollo sustentable de la agricultura y es reconocida como un gran aporte para la gestión eficiente del recurso hídrico, tanto a nivel de predios, canales y valorándose enormemente su continuidad bajo el actual escenario de sequía que enfrenta el país”.
Destacó que “el número de concursos desarrollados en Ñuble el año 2020 fue de 16 y el número de proyectos de riego bonificados fue de 173, beneficiando con ello a 4.547 personas y a una superficie de 1.890 hectáreas. Del total de los recursos, $8.473 millones fueron para proyectos de obras civiles de riego y $5.300 millones para obras de tecnificación del riego”.
La CNR, en promedio, los últimos años había destinado a Ñuble alrededor de 5 mil millones de pesos y el año pasado esta cifra se dobló llegando a $10.343 millones. Dicho monto se eleva a $13.773 millones de pesos, si se considera el aporte que hicieron los privados en obras de riego.
“Estamos felices por estos montos históricos que la Comisión Nacional de Riego ha ejecutado en la Región de Ñuble, porque cada peso gastado en riego en nuestra región es una inversión dada su cualidad agrícola. Nos alegra ver cómo cada año más y más agricultores y agricultoras de Ñuble se suman al riego tecnificado, con las enormes ventajas en términos de ahorro que significa que el riego incluya generación de energía fotovoltaica. Además las distintas organizaciones de regantes continúan mejorando sus canales con revestimientos, automatización de compuertas, telemetrías entre otras obras y a su vez continúan fortaleciendo su capacidad organizacional, lo cual es clave para una óptima gestión de los recursos hídricos”, puntualizó Ávila.