Diversas reacciones generaron las nuevas medidas restrictivas anunciadas por el Gobierno para reducir la movilidad, y con ello, contener la pandemia.
El cierre de las fronteras durante abril, la restricción del bien o servicio esencial en fase 1 y 2, el límite a los permisos de desplazamiento y el toque de queda a las 21 horas, son parte de las nuevas condiciones que comenzarán a regir desde el lunes 5 de abril a las 5.00 horas en el país.
Entre las modificaciones del Minsal, se encuentra la redefinición de lo que se considera esencial, acotando su amplitud y lo circunscribe a aquellos bienes imprescindibles para la subsistencia.
En este segmento entran los medicamentos, alimentos, artículos de aseo, higiene personal y también aquellos que permiten realizar el trabajo a distancia, la educación y la conservación y funcionamiento del inmueble.
Además, se eliminarán de manera temporal los giros esenciales para operar a tiendas de “ventas al por menor de prendas y accesorios de vestir”, “calzados en comercio especializado”, “ventas al por mayor de perfumes, tocador y cosméticos, entre otros”.
Desde la Cámara de Comercio de Chillán, calificaron como “errada” la dirección de las nuevas medidas, ya que, según explicaron, no es en este rubro donde se producen los contagios, sino en las reuniones familiares, donde debería estar concentrados los esfuerzos y no el sistema productivo, que está siendo una vez más castigado.
“Desde mi punto de vista, todos los sectores son esenciales, desde la mirada de la salud, pensando en lo que quiere hacer el gobierno de reducir la movilidad de las personas, pensando que con una mirada errada que es en el comercio donde se contrae el virus está totalmente equivocados. Un 88% de las personas que se contagian del Covid-19 no es en este sector. Nosotros nos hemos hecho cargo de todos los protocolos de protección de los trabajadores y clientes, con aforos. El foco hay que ponerlo en las reuniones familiares, de amigos, donde no nos cuidamos y dejamos de usar la mascarilla”, apuntó el representante del gremio, Alejandro Lama.
“No hay que seguir castigando al sistema productivo, a nosotros nadie nos ayuda”, agregó.
Según el analista del Observatorio Laboral, Héctor Garrido, comentó que no existen datos precisos sobre los efectos que pueden tener estas medidas sobre la empleabilidad. Sin embargo, agregó que en la modalidad de teletrabajo, que es lo que busca propiciar el Gobierno, solo un 26% de las labores que se realizan pueden ser adaptadas a la vía remota.
“Tiene que ver mucho con cuántos grupos ocupacionales son los que se ven afectados en cada uno de estos rubros. Esa cifra igual es más o menos incierta, pero existe un potencial, a nivel país, que podría replicarse a nivel local, que son las ocupaciones en las que se pueden teletrabajar. Hay un estudio que hizo el Observatorio Laboral Nacional que indica que alrededor de un 26% de las ocupaciones en Chile se podrían implementar como teletrabajo, pero hay un 74% que no. Entonces, naturalmente estas medidas de reducción de la movilidad tienen un efecto en el empleo, y la profundidad del efecto va depender de cuánto dure”, puntualizó.
En relación a la efectividad de las medidas, el epidemiólogo de la Universidad de Chile, Gabriel Cavada, sostuvo que “es una medida anhelada y deseable, que debe aplicarse. Creo que no vamos a tener una gran incidencia en el control de este brote con estas medidas ahora, más bien se va imponer la realidad de que el brote se va controlar por la propia dinámica epidémica, porque todo lo que sube tiene que bajar, y también las vacunas van hacer su trabajo”.
Para el profesional el cierre de las fronteras será clave en el control de la pandemia y ,en especial, en la llegada de la nuevas cepas.
“Es una buena medida cerrar los vuelos internacionales, porque debemos evitar al máximo que se metan otras cepas. Se podría correr el riesgo de que las vacunas pudieran quedar obsoletas”, advirtió.
Texto: Marcelo Navarrete| S. Núñez
