Con un llamado a enfrentar los desafíos de la transformación digital y a reducir la informalidad, la Cámara de Comercio de Chillán celebró ayer el Día del Comercio, retomando una ceremonia que se realiza desde 1992, y que se había interrumpido debido a la emergencia sanitaria.
Paarticiparon el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Ricardo Mewes; el gobernador regional Óscar Crisóstomo; el delegado presidencial, Claudio Ferrada; y el alcalde Camilo Benavente, entre otras autoridades, así como el directorio de la Cámara de Comercio, empresarios y representantes de otros gremios, como la Sofofa y la CChC.
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Alejandro Lama, timonel del comercio local, expuso que “la pandemia nos ha impuesto nuevos desafíos y ha acelerado algunos procesos. Y la transformación digital es, probablemente, el mayor desafío que enfrentamos como pymes”, manifestó.
Según estadísticas de la CNC, la penetración promedio de las compras online subió de 7% en 2019 a 21,8% en 2022.
“La digitalización contribuye a elevar las ventas, a reducir los costos, a aumentar la productividad de los trabajadores y a mejorar la relación con clientes y proveedores, variables muy relevantes en un escenario económico que se vislumbra complejo, con altos niveles de incertidumbre y una contracción del consumo, temas sensibles para un sector cuyos costos se han incrementado por diversos factores”, expresó.
Lama planteó que “en Chillán y en Ñuble también queremos ser parte de esa transformación, pero se requiere capacitación y acceso a tecnologías, para lo cual entendemos que la asociatividad es clave, pero también lo son las articulaciones público-privadas y el apoyo del Estado”.
Destacó el programa Fortalece Pyme, liderado por la UBB, con la Cámara como coejecutora, que entregará capacitación a 600 empresas del comercio y el turismo en los próximos tres años.
El dirigente también apuntó a la informalidad como un aspecto que preocupa al comercio, que “sigue ganando terreno en las calles y ya tiene una presencia importante en los canales digitales”.
“Entendemos que la destrucción de empleos durante la pandemia obligó a muchos a reinventarse y emprender en distintos rubros, principalmente el comercio, pero más allá del sustento que representa para algunas familias, hay un lucrativo negocio que no paga impuestos ni patentes como nosotros, que no respeta normas laborales, sanitarias ni ambientales, es decir, que no hace un aporte sustentable a la sociedad y que tiene muchas externalidades negativas”, reflexionó el líder gremial.
“Por ello, instamos a las autoridades a abordar también este desafío, generando las políticas que permitan reducir la informalidad, por un lado, a través de una fiscalización eficiente y más inteligente, pero también, generando los incentivos para la formalización”.
Lama anunció que la próxima asamblea anual de la CNC, en abril de 2023, será en Chillán.
Por su parte, Ricardo Mewes puntualizó que los temas de la agenda gremial son la seguridad, el comercio electrónico, la automatización de los trabajos, los acuerdos de libre comercio y el desarrollo sustentable, entre otros.
Distinciones
En la ceremonia se entregaron las tres distinciones Diego Portales Palazuelos.
Como “Mejor empleado”, fue distinguido Ramón Navarrete Jaramillo, quien trabaja hace 14 años en Nevados de Chillán, de quien destacaron su lealtad, compromiso, responsabilidad, actitud colaborativa y la pasión que le imprime a su labor.
Como personaje destacado fue distinguido Renato Segura Domínguez, director de Desarrollo Económico y Productivo de la Municipalidad de Chillán y exdirector de ProChile Biobío.
El investigador afirmó que la distinción “trae un desafío mayor en términos de seguir trabajando por el desarrollo de la región, seguir impulsando a la Pyme del comercio; es un trabajo que ha sido largo y se están empezando a ver los frutos, pero es el inicio, todavía tenemos una tarea muy larga por delante”.
Héctor Gaete, propietario de Aves San Luis, de Chillán, con más de 50 años en el negocio avícola, fue distinguido como el empresario destacado del año. Además del criadero de aves y la faenadora, sumó la ganadería y las hortalizas, y una sala de ventas en el Mercado de Chillán.
“No sé si merezco este reconocimiento. Han sido muchos años de harto sacrificio, pero todo tiene su recompensa, tengo una familia, estamos bien, tranquilos. Como empresa, mi objetivo siempre ha sido producir un bien de calidad, de carácter artesanal, un producto fresco, muy distinto a la producción industrial”, comentó.
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