Señor Director:
Me refiero a la opinión editorial “Una crisis que nos salpica”, del domingo 15, que refleja su desacuerdo con la posición de las autoridades y comunidad de Chillán Viejo de oponerse a la posible llegada de basuras de importes ciudades de la región del Biobío, a raíz del próximo término de operaciones del relleno sanitario Hidronor, de Copiulemu.
Dice La Discusión: “…en cinco años más cuando cumpla su vida útil el relleno Ecobío y deje de operar –sin posibilidad de ampliación- es probable que los chillanvejanos deban tragarse sus palabras e ir a buscar alternativas en Los Angeles o en Concepción”.
Primero: Desde hace años la comuna de Chillán Viejo se ha venido oponiendo a que la conviertan en zona de sacrificio.
Segundo: Al relleno sanitario de Ecobío le restan diez años de operaciones.
Tercero: Si se trajera solamente la basura de la conurbación Talcahuano- Hualpén (más de 250 mil habitantes), la vida del relleno sanitario se acortaría a lo menos a la mitad. Y, en ese caso, no solo Chillán Viejo, sino que toda la región, se vería enfrentada en un corto plazo a una emergencia sanitaria.
Cuarto: El gobierno regional tiene la responsabilidad de promover, impulsar y financiar proyectos que vayan en la dirección de disminuir el tonelaje de basura que va a los rellenos, incluyendo la materia orgánica, que constituye más del 60% de los residuos domiciliarios. La editorial concluye que “una región sustentable no es aquella que carece de rellenos, sino aquella que cuenta con una gestión inteligente de sus residuos”. Tiene razón, a eso aspiramos en Chillán Viejo. Pero no será posible si a nuestra comuna la obligan a convertirse en el basurero de Chile.
Ulises Lari Silva Pdte. Comité Ambiental Comuna Chillán Viejo