El próximo 26 de agosto comienza el período de propaganda electoral de cara al plebiscito constitucional del 25 de octubre, y los comandos del Apruebo y el Rechazo locales, un tanto ‘congelados’ debido a la pandemia por Covid-19, están comenzado a moverse, no sin algunos problemas.
Congregar a pensamientos distintos, pese a la coincidencia en este tema en particular, ha sido el principal obstáculo en la centro izquierda; al igual que la tibieza de algunos partidos, en el caso del Rechazo, a la hora de respaldar la alternativa.
También se ha reperfilado el rol de las colectividades políticas. La presidenta regional del PS, Gina Hidalgo, por ejemplo, recordó que los partidos no son los actores principales del plebiscito.
“Los partidos acompañaremos el proceso, pero no pretendemos arrogarnos este trabajo, que es fruto del esfuerzo y compromiso del movimiento social, y en ese sentido, estamos coordinados para ser un aporte. Hoy lo que urge es tener la humildad suficiente para reconocer que los partidos políticos no estuvimos a la altura para dar respuesta al proceso social, y nuestra reivindicación es trabajar en generar un proceso participativo e inclusivo, en el que la gente se pueda expresar con la convicción de que cambiar la Constitución nos dará un mejor país, más justo y solidario, que sintonice con las necesidades más profundas de los chilenos”, afirmó la dirigenta, quien añadió que están trabajando junto a partidos y movimientos de oposición, para generar un comando unitario.
Álvaro Valencia, consejero regional de Revolución Democrática (RD) Ñuble, manifestó que como partido están tomando muy en serio la oportunidad histórica del plebiscito.
“Para esto necesitamos unir voluntades, por eso desde todos los comandos estamos a disposición de lograr una coordinación logística y estratégica con todas nuestras estructuras orgánicas. En nuestro caso, aportaremos desde el comando ‘Que Chile Decida’, donde nos estamos organizando hace varios meses”, explicó.
Según el dirigente, para el Frente Amplio (FA) y RD “es de vital importancia combatir la campaña de mentiras y desinformación que lidera el sector más extremo de la derecha, y trabajar para darle garantías a la gente de que podrá votar tranquila y segura el 25 de octubre. Sólo así podremos tener la votación histórica que nuestro pueblo necesita para comenzar a cimentar su nueva Constitución”, dijo.
Paulo de La Fuente, presidente regional del PPD, aseguró que el trabajo de campaña quedará estructurado en coordinación periódica y en una plataforma única, donde todos los partidos irán resolviendo e informando los estados de avance.
“Distribuiremos el trabajo territorial, la búsqueda de apoderados y el trabajo de capacitación de las personas que participarán. Abriremos puentes con lo movimientos ciudadanos y gremiales. Seremos un colaborador más de este gran desafío ciudadano, de este inmenso proyecto de la gente, que salió a las calles a poner un coto al actual Chile, y a darse la oportunidad de un Chile más justo, solidario y democrático. Con esto, la transición a la democracia termina definitivamente, e iniciamos un proceso pleno de ella, como un país maduro que sabe lo que quiere”, aseguró.
Desde el Partido Radical, esperan trabajar con todos los conglomerados, partidos y organizaciones sociales y gremiales, como la ANEF, la CUT y el Colegio de Profesores.
“Con todos ellos queremos trabajar, porque la gente no nos va a perdonar que no nos unamos. Además, ésta es una oportunidad histórica para cambiar la Constitución de la dictadura, y forjar un texto para los próximos 40 años”, fundamentó el presidente regional de la colectividad, Cristian Ortiz.
“Dicen que cambiando un par de leyes se pueden arreglar ciertos problemas, pero no es así, y lo hemos visto cuando hemos querido hacer reformas importantes, en las que la derecha ha recurrido al Tribunal Constitucional”, agregó.
Tercera opción
Desde el espacio ciudadano, la abogada e integrante de la mesa social de Ñuble, María Elena Hellman, también espera realizar campaña por el Apruebo, no así por la Convención Constitucional.
“Nosotros estamos coordinados con el Movimiento por una Asamblea Constituyente (MAC). Entendemos la importancia del plebiscito para avanzar hacia una nueva Constitución, pero discrepamos de la forma, basándonos en lo que ocurrió después del estallido de octubre pasado, cuando la ciudadanía pidió una Asamblea Constituyente y se respondió otra cosa. Discrepamos de la segunda papeleta, de la Convención Mixta y de la Convención Constitucional, y estamos por una Asamblea que tenga participación directa de los territorios de base, con miras hacia una Asamblea Plurinacional soberana, que a través de la opinión vinculante de sus integrantes, permita tener una nueva Constitución”, aseveró.
Con esto, dijo, “queremos dejar en claro que existe un gran porcentaje de la ciudadanía que aspira a una fórmula de ejercicio del poder constituyente, y no a través de la imposición de las reglas de los mismos poderes que han estado en contubernio para establecer la Convención Constitucional o la mixta. Estamos llamando a votar Apruebo, pero en la segunda papeleta, por la tercera opción, que no está y que es la Asamblea Constituyente”, sentenció.
“No se justifica una nueva Constitución”
Desde la otra vereda, si bien no han logrado conformar una estructura unitaria, desde distintos sectores están nutriendo la campaña por el Rechazo.
Juan José González, presidente regional de la UDI, sostuvo que su partido ya zanjó que votará por dicha opción, a diferencia de RN o Evópoli, donde hay distintas posturas, y están trabajando en reunir a los apoderados necesarios para enfrentar el proceso.
“También estamos efectuando charlas telemáticas y difundiendo en redes sociales por qué creemos que el Rechazo es la opción que merece Chile”, aseveró.
Entre los argumentos del gremialismo, está el hecho que no es necesario cambiar completamente la Constitución para lograr cambios.
“Esta Constitución nos ha dado estabilidad política e institucional para que el país haya llegado a donde está. Antes de cambiarla, creemos que es mejor cambiar algunas leyes, una nueva Constitución no le va a cambiar la vida a la gente, no modificará las AFP ni nada parecido”, planteó González, añadiendo que mantener una Constituyente paralela al congreso significará un alto costo para el país.
“El parlamento debiera efectuar los cambios necesarios, y también estamos de acuerdo con que se le otorgue un piso mínimo de votación al plebiscito para que sea vinculante. Concurrir en masa a votar va a significar un foco de contagio del Covid, por tanto, la participación ciudadana no será óptima”, afirmó Juan José González, quien integra la mesa del comité por el Rechazo de Ñuble.
Quien también forma parte de esta última es el representante del Partido Republicano en Ñuble, Freddy Blanc, quien recalcó que su colectividad ha estado desde el principio apoyando el Rechazo, a diferencia de otras.
“Ha costado congregar a los partidos de Chile Vamos, pero poco a poco se ha ido avanzando. Paralelamente, militantes de la UDI, RN y Evópoli han estado participando junto a nosotros, de hecho, tuvimos varias reuniones y acciones públicas antes de la pandemia”, manifestó, reconociendo que el hecho que los partidos oficialistas no estén cuadrados con la opción ha dificultado el trabajo.
“De todas formas hemos estado moviéndonos y estamos esperando el momento adecuado. Tenemos bastante presencia en redes sociales, pero queremos sumar otras actividades durante septiembre”, reconoció Blanc.
Entre los argumentos que esgrime el Partido Republicano para votar Rechazo está el hecho que a su juicio, “no hay ninguna explicación para que la Constitución tenga que ser cambiada. Es una muy buena Constitución, y la que pretende instalarse en su lugar es de corte chavista. marxista, y eso no es lo que le sirve a Chile. A la gente se le está engañando, pues nuestro país no necesita una nueva Constitución para corregir los supuestos problemas que hay, esto es una manipulación del marxismo internacional, de los comunistas en Chile y sus aliados. Además, no se puede instalar el debate sobre una nueva Constitución haciendo uso de la fuerza o bajo presión, eso es inaceptable”, sostuvo Blanc, quien recalcó que para el Partido Republicano, “la única consulta que aceptamos en este plebiscito impuesto es la opción Rechazo o Apruebo. El resto, es lechuga en el plato, no hay cabida para un segundo análisis”, dijo, admitiendo que en caso de ganar el Apruebo, analizarán en su momento qué postura tomar.
