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Una caída nominal de 1,4% registraron las colocaciones bancarias en el sector agrícola en Ñuble, en mayo de 2024, en comparación con igual mes de 2023. Según estadísticas de la Comisión para el Mercado Financiero, los créditos otorgados por los bancos al sector agrícola (excepto fruticultura) acumulan $98.088 millones, inferior a los $99.456 millones que alcanzaban en mayo de 2023.
Similar comportamiento se observó en el rubro frutícola, donde las colocaciones bancarias totalizaban $31.442 millones a mayo de 2024, lo que representa una disminución de 0,3% en comparación con los $31.531 millones que sumaban en mayo de 2023.
Las disminuciones mantienen la tendencia a la baja que se viene observando desde 2022, en línea con los resultados negativos de diversos rubros en los últimos años, lo que da cuenta de una pérdida de dinamismo de la inversión en la agricultura regional.
Menor acceso a financiamiento
En el rubro frutícola, el productor Álvaro Gatica, criticó las restricciones de los bancos en un contexto, además, de altas tasas de interés. Recordó el convenio que firmó el gremio con BancoEstado para potenciar el desarrollo frutícola, pero lamentó que no se tradujo en mayores facilidades crediticias para los productores. “Consistía en créditos especiales para diversos rubros, como los arándanos, por ejemplo, pero al final, es lo mismo, llegas allá y te piden las mismas garantías reales, y si no las tienes, no te dan el crédito, en resumen, no sirve para nada”, declaró.
En esa línea, el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos González, coincidió con Gatica y sostuvo que “las tasas siguen siendo altas, además de muchas exigencias, más garantías. Hay muchos agricultores que no fueron capaces de pagar el crédito del año anterior, pagaron una parcialidad, por lo tanto, los bancos les están prestando menos de la mitad”.
Contextualizó que “en los rubros tradicionales, venimos de un año agrícola muy malo, la gente no ganó plata, los trigueros no ganaron plata, la mayoría perdió, es decir, hay una falta de caja en el sector muy grande. Eso va a llevar a que las intenciones de siembra de trigo van a bajar considerablemente y eso va a redundar en que vamos a seguir dependiendo del trigo extranjero”.
Baja en la inversión
La baja en las colocaciones significa que los agricultores están invirtiendo menos, aclaró González. “Hoy, los únicos que están accediendo a créditos para invertir son aquellos que no tienen deudas morosas en el sistema financiero; en este año complicado, entre los pocos que pueden respirar tranquilos son los cereceros, en general, la fruta anduvo relativamente bien, pero entre los fruticultores hay un alto endeudamiento. En ese sentido, son muy pocos los que están haciendo inversiones”.
Si bien los agricultores también cuentan con otras líneas de financiamiento, por ejemplo, a través de casas comerciales, como Coagra, Banagro y Copeval, entre otros, que ofrecen créditos para inversiones en riego, en plantaciones e insumos, sus tasas de interés son superiores a los bancarios.
Además, en la agricultura de contrato, como la achicoria, la remolacha y los semilleros, los poderes compradores ofrecen créditos directos, sin embargo, González precisó que, “este año, Beneo Orafti bajó el precio por la achicoria y están contratando menos superficie que el año pasado, lo mismo ocurre con la Iansa y con los semilleros”.
“Se viene un año muy complicado, es una situación muy preocupante y nosotros no vemos una reacción del gobierno, del ministro de Agricultura”, anticipó el dirigente, quien, además, recordó que el desempleo sigue aumentando en el sector agrícola (los ocupados cayeron 11,3% en 12 meses) y que la contracción de las inversiones también está teniendo un efecto en el empleo, “y a eso hay que agregar el alza del 60% en la energía para el sector agrícola”.