Diversas organizaciones y familias de Ñuble están recibiendo la ayuda gestionada a través de la Mesa Regional de Grupos Vulnerables, una instancia de colaboración público – privada que, al alero de la Seremi de Desarrollo Social y Familia, buscar dar respuesta a las necesidades más urgentes de cuatro grupos priorizados en el contexto de la pandemia: personas en situación de calle, personas con discapacidad, personas mayores y niños en condición de vulnerabilidad.
Alimentos, carbón, pañales, sillas de ruedas, estufas y elementos de protección personal son parte de los artículos de primera necesidad que la entidad logra acopiar para ir en ayuda de las familias que más lo necesitan durante la emergencia.
Por ello, atendiendo a los requerimientos levantados por unidades vecinales y dirigentes locales de Chillán, la Mesa dispuso una importante donación de alimentos y elementos para higiene y protección personal para al menos dos cocinas solidarias implementadas en la capital de Ñuble.
La primera, correspondiente a la Parroquia El Buen Pastor, a cargo de la Iglesia y el Ejército, con colaboración de la Municipalidad de Chillán, abastece unos 18 sectores poblacionales totalizando 820 raciones diarias de alimentos, mientras que el Club Deportivo Estadio distribuye cerca de 100 raciones alimenticias los días domingo a familias de sectores aledaños y una comunidad haitiana de 15 personas.
“Dentro del Club siempre estamos innovando en relación a lo que está pasando y en base a la contingencia que hoy estamos viviendo, donde estamos complicados con la pandemia. Un dirigente nos propuso la idea, la conversamos y vimos que era factible, así que emprendimos esta iniciativa y vemos que es necesario, se nota la alegría de la gente que nos espera que lleguemos el día domingo, porque a veces puede ser la comida de la semana que los alivia”, comenta Erick Contreras, dirigente del Deportivo Estadio, quien agradece la ayuda gestionada por la Mesa, correspondiente básicamente a harina, arroz, aceite, azúcar, mascarillas, alcohol gel y carbón.
Para el párroco Alejandro Cid, quien lidera el comedor solidario en la Parroquia El Buen Pastor, es el trabajo colaborativo de varias instituciones el que ha permitido doblar las raciones de alimentos en pocas semanas.
“Yo creo que hay una articulación de presidentes de Juntas de Vecinos, Ejército, Parroquia, Iglesia, en donde podemos sentarnos a conversar y buscar soluciones. La parroquia quedó de puertas abiertas y de cara a atender esas necesidades inmediatas, recibió un aporte del Obispado de Chillán – sin discreción, de un millón de pesos- pero luego rápidamente la donación de los propios vecinos y de instituciones de Gobierno han hecho posible que estas 800 raciones, considerando los aportes de la Municipalidad, se mantengan de lunes a viernes. Son platos bastante contundentes, están pensados no en la exquisitez del paladar, sino en que tengan buenas fuentes calóricas para el invierno”, sostuvo el sacerdote.
“A través del trabajo colaborativo con el sector público – privado y la sociedad civil hemos podido resolver, en el corto plazo, situaciones puntuales que afectan a vecinos de diversas comunas; pero también, hoy estamos llevando alimentos y elementos de protección personal -gestionados por la Mesa- a distintas ollas comunes que se han establecido voluntariamente para responder a la necesidad inmediata de alimentación de las familias. Esperamos poder replicar esta ayuda en otros sectores, con el compromiso de nuestros voluntarios”, sostuvo la seremi de Desarrollo Social, Doris Osses.
La Mesa de Grupos Vulnerables nace en abril de 2020 con el objetivo de compartir diagnósticos, levantar necesidades, generar alertas y medidas que permitan implementar soluciones para proteger la vida y salud de los grupos más vulnerables.
Entre otras entidades, está compuesta por representantes del Ejército, Cámara Chilena de la Construcción Chillán, Colegio Médico Chillán, SENAMA Ñuble, SENADIS Ñuble, INJUV Ñuble, Rotary Club Chillán, Agrupación Jóvenes Unidos y ADRA Chile.