Señor Director:
Parlamentarios exigen al gobierno cumplir con la regulación de precios de los medicamentos y ampliar la cobertura; argumentan que los chilenos tienen el gasto de bolsillo más alto –lo que es cierto- e incluso, algunos han señalado “a laboratorios y cadenas monopólicas como actores que abusan, manipulan precios y venden los productos más caros para obtener rentabilidades excesivas”, algo que –al menos- desde la industria farmacéutica local, desmentimos tajantemente, pues elaboramos los genéricos más baratos de Latinoamérica con un valor comprobado de US$ 1,09 dólares bajo el promedio regional de US$ 4,4 dólares, según consta IQVIA durante 2019.
Si queremos en Chile mejorar el acceso universal y oportuno a medicamentos de calidad para la población, la experiencia comparada de la región indica que la regulación y determinación legal para fijar precios no es la solución. La propuesta es fomentar una regulación que promueva y resguarde la libre competencia para una mayor transparencia en el mercado, facilitando así información a los pacientes, de modo que puedan comparar precios y elegir lo más adecuado, pero, siempre en base a una bioequivalencia terapéutica garantizada. Para esto, crear un observatorio de precios, como en otros lugares, es la medida más adecuada.
No olvidemos sí que todo medicamento nuevo es y será cada vez más caro; hoy por cada nueva molécula se invierte cerca de US$2.180 millones, según estudios de Deloitte. ¿Y quién pagará estos fármacos? El Estado debiera subsidiarlos; Chile hoy tiene la cobertura estatal más baja de medicamentos de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que no se condice con la calidad de vida que anhelamos.
Elmer Torres Cortés
Vicepresidente ejecutivo de ASILFA