Señor Director:
Este mes se realizan los Juegos Parapanamericanos que congregarán a 2.000 atletas en Santiago. Y, adelantándose
al evento, el Aeropuerto de Santiago, dio el ejemplo con la instalación de una rampa de accesibilidad universal.
Esta obra nos hace pensar que todas las ciudades deben estar preparadas para quienes tienen movilidad reducida
y las personas de la tercera edad, cuya población va en alza.
La accesibilidad en nuestras urbes está al debe: se requieren áreas especiales para el deporte, veredas amplias para
las sillas de ruedas y coches, ascensores más espaciosos en el comercio concurrido e incluso nuevos asientos en las
estaciones de Metro (las nuevas líneas sólo tienen áreas de apoyo).
Una ciudad inclusiva también posee señalización en braille, sincronización de semáforos pensando en las personas
que caminan lento, rampas y baños especiales en sus edificios y también fiscalizar que no se ocupen los estaciona-
mientos especiales.
Algunas comunas no consideran estas medidas, pero el objetivo es generar conciencia entre las autoridades, los
privados y las comunidades para impulsar esta infraestructura.
Uwe Rohwedder
Arquitecto Consejo de Política de Infraestructura (CPI