Lima vivió la noche del martes su jornada de protesta más violenta, con varias personas heridas por perdigones y piedras, entre ellas dos fotógrafos mientras al sur la convulsión social obligó a un nuevo cierre del aeropuerto de Cusco, epicentro del turismo en Perú. En el sexto día de protestas convocadas en el centro de Lima, se registraron duros enfrentamientos entre la Policía y manifestantes encapuchados, que convirtieron el casco histórico de la capital peruana en un campo de batalla donde volaron piedras y perdigones en una nube de bombas lacrimógenas.
En la región Ica, 300 km al sur de Lima, ocho suboficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP) resultaron heridos en un ataque al margen de una multitudinaria manifestación para bloquear un tramo de la carretera Panamericana Sur, informó el Ministerio de Interior. “Nosotros, todo el pueblo peruano, no vamos a dar tregua. No tenemos nada que hablar con la señora (Dina) Boluarte. La señora sabe muy bien: lo único que quiere el pueblo es que renuncie y que haya nuevas elecciones”, dijo a la agencia AFP Carlos Avedano, un campesino de 35 años, que llegó a Lima desde Andahuaylas.