Hoy pareciera no haber alguien que ignore que una gran facción de representantes políticos, de casi todo el espectro nacional, firmó un “acuerdo por la paz”, mediante un proyecto que apunta a una nueva Constitución Política, a través de una todavía cuestionada Convención Constitucion, pese a que técnicamente es una Asamblea Constituyente.
En Chillán, en la Plaza de Armas -el corazón de las protestas locales- algunos manifestantes que compartieron sus puntos de vista con LA DISCUSIÓN, dicen que si bien esta firma “es una buena señal”, admiten también que “no basta para que las cosas paren. Para eso se requiere señales en lo social, más que en lo político, y si bien una nueva Constitución es fundamental, lo que la mayoría de la gente salió a pedir fue por temas en educación, salud, pensiones, no más AFP y dignidad”, apunta Paola Bahamóndez, dueña de casa que salió a manifestarse con su pequeño hijo.
Similar postura tuvo Joseline Ortiz, quien trabaja en un gastrobar. “Lo de la Constitución es importante, pero hay que ver qué se va a hacer, cuáles serán los cambios. No creo que la temperatura en la calle baje hasta que se vean resultados, no basta con anuncios ni promesas, por eso para mí el próximo paso deben ser anuncios concretos y no a largo plazo en materias sociales, lo que afecta a los adultos mayores, a los trabajadores. Necesitamos más cambios en lo social que en lo político, de lo contrario creo que la gente no va a bajar el tema de la violencia”.
Exigen transparencia
El estudiante de Música, Diego Torres, en cambio, plantea que “el primer paso que se debía dar era el cambio de la Constitución, porque es a partir de ahí que se pueden hacer las mejoras necesarias para que también se avance en lo social”.
El universitario chillanejo pide ser cautos y “exigir que lo que se vaya a hacer en este punto se haga con la máxima transparencia. De hecho, para muchos, este acuerdo de Convención Constitucional fue hecho entre cuatro paredes, y eso no puede seguir pasando. Me parece bien que se hagan plebiscitos y cualquier otro sistema que no excluya a la gente”.
Finalmente Cristian Gálvez, empleado público, advierte que “al margen que la Constitución debe ser cambiada, no podemos desviar lo social en pos de intereses y presiones políticas que instalaron las personas que buscan sacar provecho de esto. Para mí lo urgente es el tema de las pensiones. Ahora, para calmar las cosas, sí hay que dar señales políticas, como cambios claves de ministros”.