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La baja de un 50% de la dieta parlamentaria, incluyendo remuneraciones de otros altos cargos públicos como intendentes, alcaldes o gobernadores fueron ayer, junto al aumento de un 50% de las pensiones básicas y de las máximas asistidas, lo más comentado en todo Chile.
Los chillanejos que se han estado reuniendo a diario en la Plaza de Armas para las protestas por los problemas sociales y económicos del país, también dieron su opinión a LA DISCUSIÓN, coincidiendo casi sin excepciones en que se trata de medidas que, aunque sean una señal positiva, asoman como insuficientes.
Tampoco conforma el que el aumento de pensiones, las rebajas del 50% en los pasajes del transporte público para los adultos mayores o el aumento del ingreso mínimo a $350 mil (no imponibles) no surja de la nacionalización de los recursos naturales, “que hoy están siendo explotados en gran medida por extranjeros y al final es plata que en vez de quedar en el país se va”, dice Fernando Olave, comerciante.
Sus padres reciben una pensión asistencial, y por ser menores de 75 años, verán completado el aumento del 50% de estos ingresos en 2022, a diferencia de los mayores de 80 años, que serán beneficiados con el total de este incremento a partir de enero próximo.
“El Gobierno no puede seguir metiéndole la mano al bolsillo a la gente para cumplir con sus compromisos, mientras a estas grandes empresas como las mineras, las forestales les ponen impuestos mínimos, se llevan toda la plata para afuera y ni hablar de lo que pasa con los combustibles”, critica.
En esa misma línea, Felipe Merino, estudiante de Turismo en Inacap, apunta a que estos anuncios “son una buena señal, pero solo como un primer paso. Lo malo es que no se ha llegado a lo medular, como por ejemplo el tema de las AFP, que nadie ha querido tocar; y además, la nacionalización de recursos naturales, como el agua, que o es de extranjeros o de particualres, cuando debe ser un bien público”.
Remedios y Salud
Merino agrega que se debe redefinir la edad de jubilación. “Por ejemplo, en mi caso, mi papá murió hace poco y todo lo que trabajó casi no lo pudo disfrutar. Está bien que ahora sea el Gobierno el que regule los precios de los remedios en las farmacias, pero ojalá que sea a precios al real alcance de todos y no solo al de unos pocos”.
Siempre con el anuncio respecto a salud, como el que los precios de los remedios ahora estarán regulados por la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast), para la enfermera Laura Contreras también es importante analizar el aumento de un 11% percápita de la Atención Primaria en Salud.
“Yo trabajo en un consultorio rural y sé que las necesidades de los adultos mayores son muchas. No tienen otra opción a la que acudir. Está bien que haya un aumento, pero esto debería considerarse solo un primer paso, ya que con el 11% no basta”, explica.
La eterna letra chica
Víctor Garrido, estudiante de Pedagogía en Historia (UBB), repasa la reducción de la dieta parlamentaria, advirtiendo que “si se rebaja, eso no afecta viáticos, bonos y otros beneficios que finalmente son el grueso de lo que ganan. Hay que tener cuidado con estos acuerdos porque siempre terminan con letra chica”.
Otras medidas como la rebaja de la tarifa de transportes y el aumento de las pensiones para adultos mayores “para partir son buenas”, advirtiendo que en el caso de las pensiones “es un beneficio para un grupo muy reducido.
Otra universitaria, como la estudiante de Nutrición, Camilia Mora, es mucho más tajante. “Los pasajes deberían ser gratis para los adultos mayores y el aumento de pensiones debe aplicarse ahora y no esperar hasta el 2022”. Es más, plantea que el sueldo de los congresistas “debe ser de 350 mil pesos” y que el principal cambio “es el de la nueva Constitución, sin eso no hay avance alguno”.