El actor y músico chillanejo Lui Raptors está a cargo de la creación y dirección de la banda sonora de la película basada en Emile Dubois, catalogado como el primer asesino en serie en Chile, y al mismo tiempo conocido popularmente, como el “Robín Hood chileno”.
Raptors vivió su infancia con sus abuelos en la Población Juan XXIII y luego en Los Volcanes 2 de Chillán. Estudió en el Liceo para continuarlos en la Universidad de Nacional de las Artes Buenos Aires y posteriormente 2015 egresó de Theatre du soleil de Arianne Mnouchkine.
“Se siente súper bien que te consideren por la calidad de tu trabajo y no por el área geográfica donde naciste”, explica el músico a LA DISCUSIÓN.
También trabajó en la película “Salty” de Antonio Banderas, grabando fragmentos de batería y solos de percusión junto al productor musical extranjero Armory Leader. “Me entregó unas partituras de batería y me dijo: confío plena y ciegamente en ti y tus muchas capacidades”, enfatiza el músico chillanejo.
El filme es una producción chilena a cargo del director de cine Claudio Sánchez, inspirada en la historia de Emile Dubois, un francés radicado en Valparaíso que fue acusado de asesinar a comerciantes “usureros” y sentenciado a pena de muerte a principios del siglo XX. Sin embargo, se declaró inocente hasta el final, hecho que puso en duda a la justicia y lo convirtió en leyenda.
Dirección musical
– ¿Cómo fue que te contactaron para dirigir y crear banda sonora?, ¿Quién te contactó?
– Me contactó el director de la película, me dijo: ¡oye! ‘Sabes, estuve por casualidad escuchando unas bandas donde tú tocas y me gustaría comentarte algo, me gusta mucho la energía que plasman y me gustaría tener una reunión contigo, me gustaría que hicieras el tema principal para una proyecto independiente en el que estoy trabajando’.
– ¿Cuál es tu labor en la dirección musical?
– Mi labor como director musical es hacer una música incidental para la imagen. Y cuando trabajo con más personas, procurar que todos entiendan el concepto de trabajar con dirección, no para darle autoridad a la voz, sino para darles a entender que, como en la escena, también en la música “menos es más” y que hay parámetros que debemos mantener para que todo sea parte de un todo.
– ¿Cuántas piezas musicales serán parte de la película?
– La música para esta película está hecha 100% para la película. Y la cantidad de piezas musicales o motivos sonoros incluidos en un proyecto así son varios. Por ahora ya concluimos el tema principal, pero cabe mencionar que yo sigo trabajando por ahora en 12 piezas musicales más. En esa parte del trabajo colaboran conmigo Miguel Solis y Kurt Bäuerle miembros del equipo con el que grabamos la canción principal.
– ¿Cuántas personas componen tu equipo de trabajo?
– Mi equipo se compone de seis personas para el tema principal: guitarra número uno con Alejandro Agüero, guitarra número dos con Kurt Bäuerle, bajo con Yarko Fernandez, teclado con Miguel Solís, voz con Luis Alvear y batería conmigo. Y para la musicalización de escenas y motivos musicales trabajo con Miguel y Kurt. Hacíamos música en nuestra juventud, así es que decidí trabajar con ellos, a la hora de tocar crear se transmite todo y lo mejor es tocar con personas de confianza.
– Y para poder crear las piezas musicales, ¿cómo te empapaste de la historia de Emile Dubois?
– Yo viví en Valparaíso durante cinco años, ya conocía la historia, pero nunca imaginé que cinco años después iban a pedirme que hiciera la música para ese personaje que es bastante familiar y popular. Ajustició a cuatro comerciantes, usureros y prestamistas que se quedaban con las propiedades de las personas de Valparaíso, le hacían préstamos que ellos nunca pudiesen pagar. La gente en Valparaíso lo venera, es un santo en el cementerio de Playa Ancha, La gente viene de toda Latinoamérica a pagar mandas.
Proyecto en Chillán
Luis Raptor junto con Kurt Bäuerle lanzaron el proyecto Atelier 2 Sur en Avenida Collín con Avenida Chile en Chillán. Como productora y casa taller, imparte talleres de artes escénicas, música, circo, escultura, pintura, dibujo, danza, entre otras disciplinas y todas con un valor muy bajo, “debido a que en Chillán hay muy poca información y apoyo a los proyectos culturales y populares”, recalcó Raptors.
Y agregó que “está orientado a la población vulnerable jóvenes y adolescentes que no tienen muchas expectativas de universidad o una enseñanza superior financiada. Claro teniendo en cuenta las medidas estrictamente necesarias durante lo que dure la supuesta pandemia”.
Una sesión de clase de 45 minutos tendría el valor inicial como aporte sugerido de dos mil pesos. El contacto es [email protected]. “No queremos hacernos ricos, sino entregar herramientas a la juventud”, aseguró Lui Raptors.
Texto: Antonieta Henríquez
