La Superintendencia de Medio Ambiente contempla la posibilidad cierta de que Chillán sea integrada a las ciudades donde la fiscalización del uso de leña domiciliaria será realizada mediante el uso de drones.
El director regional del organismo, Cristian Lineros, informó que dentro de los lineamientos del organismo nacional se cuenta el uso de ese tipo de tecnología para controlar la calidad del aire en las ciudades del centro sur de Chile, que tienen problemas de contaminación atmosférica.
Los sobrevuelos de ese tipo de artefactos, que están provistos de sensores térmicos, tienen la virtud de realizar un barrido de varias cuadras en muy poco tiempo, a diferencia de lo que ocurre con fiscalizadores en tierra.
La innovación, además, sería muy útil en contexto de pandemia por Covid-19, donde se pretende evitar el contacto entre personal de control del Plan de Descontaminación (PDA) y las familias que utilizan aquel combustible para calefaccionar hogares.
Además, los artefactos permitirían un registro georreferenciado de las viviendas, lo que servirá para conocer de mejor forma quienes puedan no estar cumpliendo las normas de emisiones de material particulado.
Lineros agregó que en los próximos días estarán en condiciones de entregar detalles definitivos respecto de los períodos de operación de un dron en la intercomuna, lo que se sumará a otros dispositivos instalados en la zona para medir y controlar la polución atmosférica.
Calidad del aire regular
El seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño, destacó la posibilidad que la ciudad cuente con un dispositivo de aquel tipo, para sumarse a los planes que están en desarrollo en el territorio en un contexto de aumento de fiscalización por la crisis del Covid-19.
La autoridad ambiental sostuvo que en lo que va del mes de abril, “hemos tenido solamente un día con calidad de aire regular. Y probablemente mañana (hoy jueves) tengamos otro similar”.
Caamaño agregó que en el pasado 25 de abril, los monitores instalados en Chillán, de Inia y Purén registraron un peak importante de contaminación después de las 18.00 horas, llegando a un máximo de 266 microgramos por metro cúbico (ug/m3) de material particulado.
Sin embargo, el ingeniero ambiental agregó que se trató muy probablemente de “un evento”, generado por una serie de factores ambientales internos y eventualmente por quema agrícola en el entorno.
Agregó que la entidad realiza análisis de calidad del aire basada en registros diarios así como pronósticos incluso a tres días de anticipación, que incluyen variables como temperatura, velocidad y dirección del viento, humedad relativa del aire, entre otros, que se conjugan para realizar las modelaciones que se presentan a la comunidad.
Prevenir
El jefe regional de la Superintendencia de Medio Ambiente, Cristian Lineros, enfatizó que todas las acciones que están ejecutando tienen como finalidad reducir al máximo los días de mala calidad del aire en la zona con Plan de Descontaminación Ambiental vigente.
“Esa es la idea, que no exista este tipo de eventos. Para ello hay varias medidas como aumentar el stock de leña seca, para que sea menor a 25% de contenido de humedad”, destacó.
La autoridad indicó que adicionalmente es necesario que la comunidad haga un “uso responsable de equipos de calefacción a leña (no cerrar tirajes o ahogar fuego, buena mantención de cañones y uso leña seca), uso de sistemas de calefacción alternativos en días de pre-emergencia (eléctrico, gas, parafina), fiscalización de fuentes fijas industriales (mayores de 75 kwt), entre otras”.
El jefe de la SMA en Ñuble planteó: “creo que la más relevante, y existiendo leña seca, es la responsabilidad de los usuarios de equipos a leña. Esperamos incorporar drones durante este año. Queremos cuidar y proteger más que nunca a nuestra población”.
San Carlos
En San Carlos fue instalado ayer un monitor que medirá la calidad del aire, lo que a juicio del seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño, permitirá determinar a ciencia cierta el estado de la atmósfera durante este invierno.
El equipo móvil, procedente de Santiago, estará hasta el 31 de septiembre en la comuna para registrar de manera científica la situación, con el objetivo de posteriormente adoptar medidas de control en caso de que los resultados muestren un aire enrarecido producto de la combustión de leña.