Fueron en total cerca de 67 los proyectos comunitarios en los que tuvo una participación directa la Oficina Municipal de Seguridad (OMSE), de Chillán, durante el año 2019, favoreciendo a diversas juntas de vecinos, clubes deportivos y sociales, y a organizaciones que realizaban actividades en el centro de la capital de Ñuble.
Todos ellos fueron postulados a los fondos de desarrollo regional de seguridad, que contemplan adquisición de equipamiento en materia de seguridad, como kit de emergencia, cámaras de televigilancia para organizaciones vecinales o las no menos demandadas alarmas comunitarias.
En términos generales, los resultados fueron óptimos lo que se refleja en las últimas estadísticas de Carabineros, quienes a través de su plataforma de análisis delictual (STOP) evidenciaron una baja de más de un 14% en el delito de robo en lugar habitado (o robo en hogares) y un 4% en el robo en lugar no habitado, que se traduce a los que afectan a locales comerciales durante la madrugada, así como a bodegas y otros depósitos.
Por esta razón, el propósito de la OMSE es seguir con la presentación de proyectos a la Subsecretaría de Prevención del Delito y otros fondos como FDNR para este 2020 y ya se han trazado algunas metas que se vinieron preparando durante el año recién pasado.
Enrique Chávez, director de la OMSE Chillán, explicó a LA DISCUSIÓN que se utilizaron recursos por $69 millones para otras estrategias preventivas.
“Del fondo nacional de seguridad publica de la Subsecretaria de Prevención del Delito, durante 2019, se postuló y adjudicó dos proyectos, el primero de aumento de patrullaje preventivo que contempla la adquisición de dos vehículos todo terreno destinados a patrullaje de seguridad ciudadana, por un monto de $49 millones de pesos, y el segundo denominado Plaza la Victoria mas segura, iluminada y protegida, que contempla la instalación de 50 luminarias LED en la plaza por la suma de $20 millones de pesos”, aseveró.
Programas para el año 2020
Actualmente se encuentra en ejecución el programa Casco Histórico y Barrios Cívicos de la Subsecretaria de Prevención del Delito, que contempla una inversión de $50 millones de pesos para la implementación de 12 cámaras de televigilancia en el centro de la ciudad.
“También se postuló y adjudicó el fondo de Red Nacional de Seguridad pública, que contempla un fondo por la suma de $40 millones de pesos, para la adquisición de una oficina móvil de seguridad que permitirá recoger en terreno las inquietudes de la comunidad” agregó Chávez.
Si bien todos estos proyectos se encuentran en etapa de desarrollo y deben estar ejecutados dentro del segundo semestre del año 2020, aún es posible postular a más beneficios en torno a la seguridad y prevención, lo que se puede conseguir con la gestión de cada una de las juntas vecinales o comunidades que deseen presentar sus proyectos.
Para esto, el municipio ofrece asesorías en materia de diseño, elaboración y presentación de proyectos, lo que en los últimos años ha dado resultado a tal punto que se destacó, incluso, a Chillán como una de las comunas en que mejor se aprovecharon los recursos de la Subsecretaría.
“Los proyectos se escogen y son postulados en base al diagnóstico comunal de seguridad pública, que la oficina realiza anualmente, así como también las diversas estadísticas locales en materia de seguridad que maneja la Subsecretaria de Prevención del Delito y las policías”, finalizó Enrique Chávez, quien por otra parte aclaró que los tipos de proyectos para el 2020 no se vieron influenciados mayormente por el acontecer general del estallido social y los efectos que estos dejaron en los edificios públicos o al comercio.
Recepción en los barrios
Para la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, Cecilia Henríquez, los proyectos ya ejecutados y los que esperan este año han sido bien recibidos por los vecinos de Chillán.
“Sobre todo el tema de las cámaras, que le han permitido a barrios completos sentirse más seguros; también se ha visto el impacto de las luminarias para la recuperación de espacios públicos como plazoletas o canchas, y sobre todo el de las alarmas comunitarias han sido fundamentales para aquellos sectores donde hay mucha gente de la tercera edad y que viven solos”, dice.
Sin embargo, apunta también, a puntos complejos de intervenir, “como ciertos pasajes donde hay, por ejemplo, venta de droga, porque si bien muchos vecinos piden luminarias o cámaras, hay otros que las rechazan y se oponen, porque obviamente les perjudica en sus actividades. Ese es un tema complejo de abordar pero requiere solución”.