Después de una ola de reproches por parte de la oposición, el mundo literario y la opinión pública, el gobierno de Chile cambió de opinión y aceptó ser el invitado de honor en la Feria del Libro de Frankfurt del año 2025, el mayor evento comercial de libros del mundo.
El anuncio lo hizo el presidente Gabriel Boric a través de su cuenta de Twitter, donde expresó su compromiso con la cultura y la proyección internacional del país.
“Queremos que Chile sea un referente cultural en el mundo y que nuestra literatura llegue a todos los rincones. Por eso hemos decidido aceptar la invitación a ser el invitado de honor en la Feria del Libro de Frankfurt 2025, una oportunidad única para mostrar nuestra diversidad y talento”.
La decisión anterior del gobierno de declinar la invitación se había basado en razones de “austeridad” y priorización de “proyectos culturales que tengan como eje la memoria, la solidaridad y la sensibilización a los 50 años del golpe de Estado”, según había informado el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado interno.
Sin embargo, esta explicación no convenció a los críticos, que acusaron al gobierno de “descriterio total” y de desperdiciar una oportunidad histórica para el país. Según el escritor y director de ediciones UDP, Matías Rivas, ser invitado de honor en la feria significa una gran inversión, pero también un gran retorno.
“Es un lugar de privilegio a tal nivel que ningún país en la historia había cometido el hecho de negarse a participar en ella”, afirmó Rivas. De hecho, países como Canadá y Francia habían postergado su participación por motivos económicos, pero no la habían rechazado.
La Feria del Libro de Frankfurt es el evento más importante del sector editorial, donde se reúnen representantes de compañías de publicidad y tecnologías para negociar derechos publicitarios. Ser invitado de honor implica tener un pabellón especial, organizar actividades culturales y tener una mayor visibilidad mediática.