París era escenario este sábado por la tarde de las primeras escaramuzas entre fuerzas de seguridad y manifestantes de los “chalecos amarillos”, con 126 detenidos en el 23ª sábado consecutivo de protestas desde que surgió el movimiento a mediados de noviembre.
La policía cargó en varias ocasiones contra los manifestantes con granadas de dispersión y gases lacrimógenos en un gran bulevar del centro de la capital, entre las plazas de la Bastilla y de la República.
A media jornada, la policía había practicado 126 detenciones y realizado más de 11.000 controles preventivos, según la prefectura.
Las fuerzas de seguridad estaban en alerta en París y otras ciudades francesas ante otro sábado de protestas.
Los diarios franceses citaban el sábado una nota del prefecto de policía de París, Didier Lallement, hablando de la posibilidad de que “un bloque radical de 1.500 a 2.000 personas, integrado por ‘ultra-amarillos'” siembre el caos en París.
Los “vándalos se dieron de nuevo cita en algunas ciudades de Francia, en Toulouse, en Montpellier, en Burdeos y en particular en París”, dijo el viernes el ministro francés de Interior, Christophe Castaner, al anunciar la movilización de 60.000 policías y gendarmes.