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El Censo constituye la herramienta más fidedigna para conocer las características de la población, su distribución geográfica, así como sus principales necesidades y creencias, entre muchos otros aspectos. Ello permite, durante los próximos diez años, cuando se realice el siguiente Censo, aportar con información para la toma de decisiones clave, como la asignación de recursos a las regiones, provincias y comunas, o legislar sobre asuntos medioambientales, de género, etnias y minorías sexuales.
El actual proceso que comenzó el pasado 9 de marzo y se extenderá hasta el 2 de junio, está a cargo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En Ñuble, más de 850 censistas recorren las viviendas de las 21 comunas, con un cuestionario que tiene 50 preguntas, divididas en cuatro módulos centrales: datos de la vivienda, datos del hogar, registro de personas del hogar, y datos de las personas.
Cabe destacar que se trata de un censo de derecho, por lo que se obtienen datos de aquellas personas que residen habitualmente en el hogar, aunque no estén presentes en el momento del levantamiento de información. Este formato es diferente al censo de hecho, el sistema utilizado en 2017, que se desarrolla en un solo día que es decretado feriado.
Según las proyecciones de la medición de 2017, la población para 2025 en la Región de Ñuble alcanzaría a 523.876 personas, 43 mil habitantes más que en el último Censo.
Sin embargo, muchas veces los datos de proyecciones se equivocan y no representan necesariamente el crecimiento o decrecimiento real de una zona, como ha ocurrido con algunas comunas de Ñuble desde 2020 en adelante debido a la pandemia, o al revés, con procesos migratorios campo-ciudad que siguen manifestándose con fuerza en nuestro territorio.
Por lo anterior es que este censo tiene especial importancia, ya que su objetivo es proveer al Estado y al sector privado de la mayor cantidad de información que permita tomar decisiones adecuadas, como dónde construir un hospital o qué ruta pavimentar primero, además de otros aspectos contingentes e igual de importantes que tienen que ver con los cambios de nuestra sociedad en materia de familia, educación, género e inmigración, entre otras.
Sin embargo, para que efectivamente la información contribuya a la toma de decisiones favorables para la población, lo primero y esencial es obtenerla, que los encuestadores puedan realizar su trabajo, todo lo contrario a lo que están promoviendo sectores de la extrema derecha, que mediante noticias falsas han tratado de instalar dudas sobre el censo e instar a que las personas no contesten la encuesta.
Boicotear el censo es una irresponsabilidad que le puede costar muy caro al país y sobre todo a regiones como la nuestra, por su alta ruralidad y gran dispersión geográfica, ya que una de sus contribuciones más significativas se da precisamente en la distribución de fondos públicos, asegurando que estos se dirijan de manera equitativa y justa en los territorios, según sus necesidades específicas.