Según un estudio realizado por el arquitecto Tomás Domínguez Balmaceda, los cementerios municipales de Chillán y San Carlos tienen más de un 90% de ocupación de suelo, con una capacidad para funcionar hasta siete años más antes de saturarse.
El “Estudio de Capacidad de los Cementerios Públicos Chilenos para 100 Ciudades de más de 15.000 habitantes” es parte del proyecto “Ciudad de los muertos” del mismo autor. En el informe concluyó que hay 47 cementerios saturados en Chile y ocho bien evaluados.
“En la Región de Ñuble los cementerios no están saturados todavía, lo que es bueno para la región”, aseguró el arquitecto. Sin embargo, para ampliar un camposanto o crear uno nuevo la tramitación puede demorar de tres a cinco años mínimo. “Las municipalidades no pueden esperar a que se saturen, si se ponen las pilas ahora pueden llegar a tener un cementerio número dos operativo en el momento en que el antiguo entre en saturación”.
Nuevos terrenos
El cementerio municipal de San Carlos tiene una ocupación de suelo del 94% y una capacidad para funcionar de 4 a 6 años más. Es por esta razón que desde el municipio ya tienen un plan para solucionar el problema de la saturación.
En 2012 compraron uno de los terrenos al costado del camposanto, que funciona como cancha del club Boca Unidos de San Carlos, para ampliar la capacidad. “El equipo tendrá una nueva cancha para que pueden seguir jugando y así no perjudicar al deporte. Pero además, podremos darle la seguridad a las familias de seguir contando con buen un cementerio”, informó Pedro Mendéz, alcalde de la comuna.
El terreno tiene una dimensión de 150 metros de largo por 100 de ancho, lo que le daría alrededor de 50 años más de funcionamiento. “Vamos a entregar el terreno ahora a finales de febrero y después vamos a llamar a licitación para la construcción del muro y de los nichos. Nuestro principal objetivo es asegurar el final digno de la vida de nuestros vecinos y vecinas”, determinó el edil.
Opciones para la capital de Ñuble
En el caso del cementerio municipal de Chillán, Tomás Domínguez cree que su principal ventaja es la posibilidad de ampliarse hasta 20 hectáreas gracias a los terrenos agrícolas que lo rodean al oriente y poniente. Con un 93% de su ocupación de suelo tiene espacio para funcionar de 5 a 7 años antes de saturarse, aunque esto se podría reducir un año debido al aumento de muertes por la pandemia.
Recalcó que es importante evaluar esta situación ya que la “Ciudad de los muertos” de Chillán, con más de 250 mil personas sepultadas, tiene más habitantes que la “Ciudad viva”, casi 160 mil en 2017.
Desde la municipalidad, el alcalde Sergio Zarzar declaró que “el plan municipal de optimización ha permitido ampliar la capacidad con nuevas construcciones y ampliaciones que aprovechan la altura, espacios subterráneos y pequeños trazos no explotados aún del terreno. Sin embargo la necesidad de un espacio es evidente en el mediano plazo”.
Proyecto paralizado
Según el estudio, el problema más grave es la falta de un cementerio municipal en la comuna de Chillán Viejo. Ya que provoca que los entierros se deriven a otras comunas o solo a los camposantos religiosos. “Chile siempre ha garantizado una sepultura digna en los cementerios generales, ya que allí no se hace exclusión por ser rico o pobre, laico o cristiano”, manifestó Domínguez.
Aunque existía un proyecto de “Construcción Cementerio Municipal Chillán Viejo”, avaluado en 3.508 millones de pesos, este se encuentra detenido debido a que el alcalde Felipe Aylwin desistió de su solicitud de Declaración de Impacto Ambiental (DIA) en enero de 2019.
Según la ficha del proyecto presentada al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), el terreno elegido tendría una superficie total de 4,14 hectáreas, terreno suficiente para la necesidad de sepultación de 100 años.
Texto: Ignacia Oyarce