En el 2017 “Viva el chanchito de Quinchamalí” nació como investigación basada en tradicionales preparaciones de zonas rurales de Ñuble, que fueron desarrollada en su momento por la Unión de Artesanas de Quinchamalí, y obtuvo el 3er lugar en el Concurso El Menú de Chile.
Gracias a esto, el trabajo desarrollado por las instituciones mencionadas fue publicado en el libro “El Menú de Chile, reconocimiento a las cocinas patrimoniales” realizado por Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en 2018. La investigación posteriormente fue adaptada como cuento ilustrado más un recetario para que lo disfrute toda la familia, y es justamente este producto el que verá la luz.
“Abordar las cocinas locales desde un enfoque patrimonial implica reconocer que la comprensión del ‘saber-hacer’ que las sostienen se vinculan necesariamente con el lugar y la memoria de las comunidades”, señala Karin Cárdenas, encargada de la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán.
“Además, es importante señalar que a pesar de los cambios que han experimentado los sectores rurales producto de los procesos de modernidad, sus comunidades siguen fuertemente vinculadas a la cultura campesina. La crianza de animales menores es un ejemplo. Esta actividad es realizada principalmente por mujeres y exclusivamente para consumo de la familia y la venta de subproductos, siendo la base de la permanencia de la agricultura familiar campesina en torno al ciclo agrario y las cocinas patrimoniales”, agrega Paula Mariangel, presidenta de ONG CETSUR
Mingacos
Desde la UPA también cuentan que las prácticas presentes en “Viva el chanchito de Quinchamalí” son herencias recibidas desde generaciones anteriores, integradas a la vida cotidiana de manera permanente que exige la participación de la familia, además de la comunidad. Ejemplo de ello, informa la unidad municipal, son los “mingacos”.
“Se trata de una práctica de tipo colaborativa o de apoyo mutuo, donde un anfitrión o un grupo de anfitriones convocan a familiares, amigos y vecinos a realizar un trabajo de manera conjunta, sin mediar en ello algún tipo de relación salarial, subyaciendo la idea de que en un futuro cercano se pueda retribuir de la misma manera a los cooperantes, cuando alguno de ellos requiera de apoyo en el desarrollo de una faena”, explica Patricia Chavarría, investigadora y difusora de la cultura tradicional campesina del Maule, Ñuble y Biobío y directora del Archivo de Cultura Tradicional.
“Viva el Chanchito de Quinchamalí” será de libre lectura y descarga a partir del miércoles 15 de abril a través de las redes sociales de @UPACHILLAN
Foto: Erwin Brevis
