La tarde de este jueves, la Catedral de Chillán volvió a transformarse en un gran comedor fraterno para acoger la quinta versión de la Cena de Navidad, organizada por la Parroquia El Sagrario, iniciativa que busca entregar un espacio de encuentro, dignidad y esperanza a personas en situación de calle y adultos mayores que viven solos.
La actividad fue posible gracias al trabajo colaborativo de diversas instituciones y organizaciones, entre las que destacan la comunidad parroquial de El Sagrario, el Colegio Bicentenario Padre Alberto Hurtado, la Municipalidad de Chillán, Hogar de Cristo, la Universidad Católica de la Santísima Concepción, el Ejército de Chile, además de organizaciones sociales y empresas locales, quienes unieron esfuerzos para concretar esta significativa jornada.
Se trató de una cena de tres tiempos, especialmente preparada para los asistentes. Carolina Astudillo, chef del Colegio Bicentenario Padre Alberto Hurtado, comentó que el trabajo se realizó junto a docentes y exalumnos de la especialidad de cocina. “Esta preparación tiene un sentido muy bonito. La entrada fue una ensalada surtida con aderezo de finas hierbas y miel; el plato de fondo, un arroz salvaje con carne de res braseada con hierbas; y el postre, una sémola con leche con salsa de vino tinto y berries del bosque”, detalló.
Inspirada en el lema “Testigos de Esperanza” y en el contexto de la IX Jornada Mundial de los Pobres 2025, la actividad congregó a más de 100 voluntarios, quienes pusieron su tiempo y servicio al centro de una experiencia marcada por la acogida, el respeto y la dignidad.
Así lo destacó el padre Luis Flores, párroco de El Sagrario y coordinador de la actividad, quien señaló que “nos adelantamos a la Navidad con esta cena, rescatando que, si hay una esperanza que hay que alentar, es la de aquellos más desposeídos. Como dice el Papa León, la esperanza de los pobres debe ser nuestra esperanza. El voluntariado fue un gran equipo que trabajó y sacó esta actividad adelante”.
La jornada incluyó además servicio de peluquería y ropero solidario, junto a un momento artístico que llenó de alegría el templo, con la interpretación de villancicos a cargo de estudiantes del Colegio Bicentenario Padre Alberto Hurtado, dando un ambiente festivo y fraterno a esta tradicional cena navideña.
