Señor Director:
La baja participación en las elecciones recientes demuestra, una vez más, el desencanto ciudadano con la clase política tradicional, la falta de representatividad y la constante desconfianza en el mismo proceso eleccionario. Sin embargo, pese a esta desalentadora realidad, los resultados evidencian un “castigo” a los partidos convencionales, eligiendo en su lugar, caras nuevas y jóvenes, lideradas por independientes y partidos no tradicionales.
Es así como la tarea de las autoridades en este nuevo periodo es gigantesca: recobrar la confianza en la ciudadanía y trabajar en pos de ella, recogiendo no solo su sentir, sino también sus sugerencias e inquietudes y necesidades para el desarrollo comunal en el concejo municipal, junto con fiscalizar las actividades del municipio, funciones para las cuales han sido elegidas.
Tal escenario nos presenta nuevas oportunidades de acción con prácticas más transparentes y cercanas a la ciudadanía, llevando el municipio a los espacios que habitan (poblaciones y/o Juntas de Vecinos) y discutiendo con la comunidad proyectos que requieren y les afectan.
De ahí la labor de generar planes de trabajo colaborativos y sustentables con el medio ambiente y la comunidad que lo habita. Mi principal deseo es trabajar para la gente que se dio cita en las urnas, y también a las que no, pues antes de ser electa fui parte del grupo de personas que quiere generar cambios y se esfuerza día a día por lograrlo; ya sea reciclando, separando la basura o usando bicicleta (entre tantas otras cosas), llevando una vida lo más honesta y digna posible, en medio de la actual pandemia.
Marina Crisóstomo
Concejal electa por Chillán
