Auspiciosas proyecciones se abren para el cultivo de castañas en Ñuble, dado el incremento sostenido de las exportaciones y las oportunidades que se están generando para los productores locales en mercados como Italia y España, donde ya se prevé seguir aumentando la superficie y ampliar la oferta más allá de las castañas frescas, subiendo un peldaño en la agregación de valor, por ejemplo, vendiendo castañas peladas manualmente.
En 2019 Chile exportó US$ 30 millones en castañas, de los cuales US$ 25 millones correspondieron a la región de Ñuble.
Empresas de El Carmen como Chileorganic, Agrisur y Marrón Andino (agrupación formada por 9 productores) exportan castaña fresca a Europa, dando cuenta del impulso que está tomando este rubro a nivel nacional, liderado por productores de Ñuble.
De acuerdo al Catastro Frutícola 2019, en la región existen 768 hectáreas de castaños, lo que representó un incrementó de 11,4% respecto a 2016. Ñuble concentra el 60,8% de la superficie nacional, que suma 1.262 hectáreas.
Entre los productores existe optimismo sobre el futuro de este frutal en la región, aunque advierten que demanda paciencia y recursos, pues la instalación de una hectárea de castaños representa una inversión inicial de $5 millones, y recién al sexto año comienza a producir.
Oportunidad en Italia
“Ñuble tiene mucho potencial para poder vender y posicionar las castañas en los mercados internacionales, dado que nos favorece la contraestación”, afirmó Ingrid Quezada, directora de ProChile Ñuble.
Según la autoridad, “Italia ha sido siempre un gran comprador porque las castañas son parte de su cultura, de su cocina, sin embargo, también hay otros mercados que consumen un gran volumen y también nos piden, como es el caso de España”.
Quezada apuntó a la necesidad de agregar valor y mencionó la variada oferta de subproductos que se comercializan en otras latitudes. “Es lo que nos falta en Ñuble, porque veo a los empresarios más ocupados en producir volumen que en tratar de darle valor agregado. Yo destacaría las secas, la harina de castaña, la crema de castañas(puré), el marron glacé, las castañas glaseadas y las conservas”.
Quezada mencionó que ProChile sigue trabajando en abrir más mercados y facilitar nuevos negocios a través de actividades como ruedas virtuales y talleres; y que han estado en conversaciones con la oficina de ProChile Milán y la Cámara de Comercio Chileno-Italiana. “La idea es poder organizar próximamente un webinar o taller de oportunidades que tiene el mercado de Italia para la región”, adelantó.
Felipe Repetto, director de la oficina de ProChile en Milán, sostuvo que “Italia es indiscutidamente uno de los principales consumidores de castañas de Europa, donde la producción nacional no satisface la demanda interna. En 2019, las importaciones superaron las 32 mil toneladas”.
El diplomático aseveró que “en los últimos 3 años Chile pasó de 390 a 1.800 toneladas (exportadas a Italia), marcando una tendencia creciente importante y posicionándose como el quinto proveedor con un 6% del volumen total importado”.
El profesional subrayó que “a diferencia de los demás países, Chile presenta ventajas por sus características fitosanitarias únicas con castaños libres de enfermedades y plagas, y por su contra-estacionalidad que permite a Italia contar con castañas como una primicia en septiembre apenas llega el frío”, y también apuntó que en Italia se valoran cada vez más los productos orgánicos, lo que dijo, “puede ser un punto favorable para Chile”.
Repetto destacó que “si bien Italia es un reconocido transformador de alimentos a nivel mundial, vemos como un desafío atendible agregar valor a las castañas elaborando productos como harina y puré”.
Aumentar superficie
Edmundo Valderrama es dueño y gerente de Agrisur, que posee el huerto de castaños más grande de Chile, con 160 hectáreas en El Carmen. Produce y exporta hace cinco años castañas frescas a Portugal, España, Italia y Francia, para lo cual también compra fruta a terceros.
Consciente del potencial de este cultivo, en 2011 comenzó con las primeras plantaciones y ya está planificando las nuevas inversiones.
“Queremos aumentar superficie, hemos estado viendo alternativas. Lamentablemente, han pasado una serie de cosas en los últimos 12 meses que no hacen tan fácil tomar decisiones de inversión, es decir, el estallido social afectó gravemente la evaluación que se hace para invertir, específicamente hoy los bancos están con miedo, asimimso, los efectos de la sequía han pegado fuerte y ahora el Covid. Todo eso ha hecho que pospongamos nuestros planes de plantación de 2021, para 2022”, explicó.
El empresario detalló que pretenden duplicar la superficie actual, “de preferencia, en la región de Ñuble, porque en esta región los castaños se dan muy bien naturalmente, además, nos resulta muy cómodo porque estamos operativamente en Ñuble, pero hemos visto plantaciones con buenos resultados desde la precordillera de Maule hasta Panguipulli”.
Agregación de valor
Valderrama planteó que “para pensar en un producto elaborado y ser competitivos, hay que tener mucho más volumen, aún tenemos muy poco para pensar en hacer esas transformaciones en Chile, falta aumentar superficie y que las plantaciones más nuevas entren en producción”.
En esa línea, explicó que “para que sea rentable comprar la maquinaria y tener los procesos para transformar la castaña y competir a nivel global, tienes que estar procesando mil toneladas, y hoy, de estas castañas tipo marrón en todo Chile no se producen más de mil toneladas”.
Por otra parte, Francisco Guajardo, gerente de Chileorganic, empresa que maneja 28 hectáreas de castaños tanto propias como administradas -entre ellas el huerto de su familia, de más de 200 años- y que exporta castañas desde 2017, reconoció que esta temporada un 30% de la fruta no se recogió, debido a los problemas derivados de la pandemia, sin embargo, ya está planificando la próxima temporada, en la que espera no solo aumentar sus exportaciones de castaña fresca, sino que también comenzar a enviar la fruta pelada manualmente, un paso significativo en el desafío de agregar valor.
“Nosotros pretendemos exportar castaña pelada la próxima temporada. Ya tenemos preacuerdos con compradores”, adelantó Guajardo, quien destacó las ventajas del pelado manual en cuanto a calidad del producto. “La mejor forma es pelarla a mano, porque con la máquina pierde sus propiedades, ya que le aplica calor”. En ese sentido, explicó que a nivel industrial se usa la castaña pelada en máquina, sin embargo, comentó que cuando se trata de un producto gourmet, se prefiere pelada a mano.
“Teniendo la fruta pelada se nos abren mercados para llegar con subproductos terminados, como harina, chips, castaña deshidratada y castaña pelada congelada”, señaló, y subrayó que “nuestro objetivo, por ejemplo, es que la industria láctea incorpore los chips de castaña o que la alta cocina utilice nuestra harina de castaña”.
También destacó que están equipando la planta para contar con un sistema de guarda distinto al de los frigoríficos, que permitirá conservar la fruta fresca en buenas condiciones entre 8 y 10 meses. “El problema en Chile es que se conserva como cualquier otra fruta, no existe un método adecuado de guarda, porque así están hechos los frigoríficos, ahí está la dificultad de poder darle otros usos distintos”, argumentó.
Con el sistema de guarda, explicó Guajardo, se podrá extender el trabajo en torno a la castaña durante todo el año, ya que hoy la cosecha se concentra principalmente entre marzo y julio. “Así se genera empleo por más tiempo, nuestra idea es trabajar todo el año y así podremos dar estabilidad a los trabajadores”.
Además, detalló que este invierno pretenden plantar 3,5 hectáreas más.
Cultivo estrella
Para Guajardo, “este mercado no tiene techo, por lo menos en los próximos 20 a 30 años. A nosotros nos interesa que el rubro se levante en Chile”, enfatizó.
Subrayó que “existe una demanda insatisfecha de castaña en Europa” y que en Italia se consume todo el año. “En Italia se usa la castaña para muchas cosas, es un ingrediente para una gran variedad de platos en la cocina gourmet y también en la cocina tradicional, porque es parte de la cultura, por ejemplo, los tallarines, las pastas, incluso las pizzas llevan castaña, las grandes fiestas incluyen esta fruta, se elabora pan de castaña, que es un lujo, porque el precio que se paga es elevado”.
De igual forma, Edmundo Valderrama, que también es presidente de Chilenut -Asociación gremial de productores y exportadores de nueces de Chile-, no duda en afirmar que “la castaña tiene una serie de ventajas para convertirse en el producto estrella de Ñuble, pero es un frutal cuya entrada en producción es lenta, entonces, hay que tener paciencia”.
Detalló que el castaño “es muy rentable, pero no es rápido. Es de bajo costo de operación, al contrario de otros frutales. Es una muy buena alternativa en la zona precordillerana donde tradicionalmente otros frutales no se dan bien por condiciones de clima, como los arándanos, avellanos y cerezos. El castaño se adapta muy bien, tiene floración más tardía, por lo que se escapa de las heladas”.
“Con castaños en plena producción, se podría marginar de 4 a 5 millones de pesos por hectárea, lo que depende mucho del tamaño del huerto y el tipo de cosecha, que puede ser manual o mecanizada, de hecho, la máquina cosechadora es la misma que se usa para avellana europea”, completó Valderrama.
Respecto al valor de la instalación de un huerto, Gajardo precisó que “para cada hectárea se necesitan 5 millones de pesos considerando plantas, sistema tecnificado de riego, la poda, desmalezado, cierros perimetrales y mano de obra, sin considerar el valor del suelo. Luego va bajando la inversión hasta que llega un punto de equilibrio en el décimo año, cuando se empiezan a ver retornos positivos”.