Casi 100 personas murieron en un sangriento ataque nocturno contra una aldea en el centro de Malí, en el último episodio de violencia comunitaria que golpea a la frágil región.
No hubo una reivindicación inmediata de la matanza, pero ésta ocurrió en una aldea habitada por la comunidad dogón, y lleva la marca de los ataques étnicos “ojo por ojo” que se han cobrado cientos de vidas en la zona.
“Ahora mismo tenemos 95 civiles muertos. Los cuerpos están quemados, seguimos buscando a otros”, dijo a AFP un funcionario del distrito de Kundu, donde se encuentra la aldea de Sobane-Ku que tenía unos 300 habitantes.
Según el gobierno, numerosos animales fueron masacrados y las casas incendiadas.
“Hombres armados, sospechosos de ser terroristas, lanzaron un ataque asesino contra esta pacífica aldea”, dijo el gobierno en un comunicado.
Una fuente de seguridad maliense en el lugar de la masacre dijo que la “aldea dogón fue virtualmente destruida”.
Un sobreviviente que dio su nombre como Amadou Togo explicó que “unos 50 hombres fuertemente armados llegaron en motocicletas y camionetas”.
“Primero rodearon la aldea y luego atacaron, y cualquiera que intentaba escapar era asesinado”, dijo.