Un teniente coronel de Carabineros fue sorprendido merodeando en los alrededores de la vivienda de la fiscal Ximena Chong, luego además que desconocidos dejaran una carta en la vivienda de la persecutora, con amenazas en su contra.
Los hechos se iniciaron en la noche de este martes, cuando dos sujetos llegaron hasta el inmueble y le entregaron al hijo de la fiscal una carta, negándose a dejarla en el buzón de la vivienda.
El sobre incluía una imagen de Chong y un texto, en el que se indica que funcionarios “corruptos” como la fiscal “no tienen cabida en nuestra nación” y que tomarán las “medidas necesarias, sean cuales sean, para defender nuestro país”.
Tras este episodio, cuando ya se había instalado personal de la PDI en el lugar para resguardar la vivienda, un sujeto en moto dio varias vueltas por la casa de Chong, por lo que los funcionarios decidieron realizar un control de identidad.
Pese a la oposición del sujeto, una vez que entregó su cédula se logró determinar que se trata de un teniente coronel de Carabineros, según dio a conocer radio Cooperativa.
El fiscal Francisco Jacir confirmó que ya se inició una investigación para aclarar ambas situaciones.
Desde Fiscalía indicaron que “efectivamente el fiscal nacional Jorge Abbott se comunicó pasadas las 13:00 horas con el ministro del Interior, Víctor Pérez, para representarle su preocupación por la seguridad de todos los fiscales y en particular de la fiscal Ximena Chong”.
“De constatarse acciones de este tipo, su ocurrencia es inadmisible y de especial gravedad en el marco de las labores que ejercen los fiscales del Ministerio Público, quienes no pueden estar sometidos a presiones en el cumplimiento de tareas que se basan en dar certezas de que la persecución penal se ejerce con objetividad y transparencia, sin importar quiénes sean los investigados”, añadieron.
Chong se había opuesto a este tipo de medidas de resguardo a su integridad, pese a las amenazas en redes sociales durante la audiencia de formalización del carabinero Sebastián Zamora, imputado por empujar a un menor al lecho del río Mapocho en una manifestación.